El Ajuntament de Barcelona opta por conectar los tranvías por la Diagonal. Así lo ha expuesto la teniente de alcalde, Janet Sanz, que ha presentado las conclusiones de los informes previos encargados por el consistorio barcelonés. Esta alternativa, que era la apuesta inicial de Barcelona en común, no sólo permitiría unir el Trambaix y el Trambesós entre las plazas Francesc Macià y Glorias, sino que supondría la creación de seis intercambiadores con las líneas 1, 2, 3, 4 y 5 de Metro y Ferrocarriles de la Generalitat (FGC).

“Hay que ganar espacio para las personas. Hoy, trabajar por el transporte público significa trabajar por la salud, para cumplir con los límites de contaminación”, ha afirmado Sanz, que ha subrayado que esta conexión cuenta con el apoyo de la Generalitat en lo que ha calificado de “consenso histórico” entre ambas instituciones.

Las alternativas descartadas

Tal como ha apuntado el coordinador de los informes, Oriol Antisench, las principales opciones que se han tenido en cuenta por los estudios previos eran la unión de los tranvías en superficie por la Diagonal, el mismo recorrido pero soterrado en túnel, el trazado por Urgell-Provença y la implementación del bus que haga todo el trazado de la Diagonal, el H30.

La construcción de un túnel se ha descartado ya que, aunque implicaba una reducción de los tiempos y una alta demanda, tenía un coste elevadísimo: 475 millones de euros en 30 años sin contar reinversiones futuras, lo que multiplicaba por cuatro la opción en superficie, la ganadora, que tendrà un coste de 175 millones de euros. Por otra parte, la alternativa del bus era la más barata (30 millones de euros) pero la menos competitiva con respecto a usuarios y el trazado alternativo por el Eixample no era muy poco eficaz para reducir el volumen de vehículos y, consecuentemente, la reducción de las emisiones de CO2.

Se duplicará la demanda

Un rasgo diferencial de la conexión por la Diagonal, que tendrá una extensión de 3,94 kilómetros, es el aumento sustancial de la demanda en el conjunto de la red. 110.000 nuevos pasajeros hasta alcanzar los 222.000 usuarios diarios según las estimaciones de los informes. De hecho , la demanda unitaria de las seis nuevas estaciones oscilaría entre los 8 y 11.000 pasajeros cada día, mientras que hasta ahora la estación con más demanda es Francesc Macià con 4.500 viajeros diarios.

Cambio de sentido de la calle Urgell

Una de las cuestiones más polémicas de la unión de los tranvías por la Diagonal, tal como ha confirmado Sanz, es que se eliminarían dos carriles de circulación para vehículos privados. Sobre esta cuestión, la concejala de Mobilitat, Mercedes Vidal, ha querido quitar leña al fuego: "El tráfico en el tramo afectado de la Diagonal sólo representa el 1,5% del total de la ciudad", por lo que no tendrá una gran afectación sobre el tráfico.

Además, el Ajuntament ha anunciado que invertirá el tráfico de la calle Comte d'Urgell hasta Francesc Macià, convirtiéndolo en sentido montaña, mientras para ir en dirección mar se modificará el sentido viario de la Avenida de Sarrià.

Otros puntos conflictivos

Sanz no ha especificado qué afectación tendría la construcción del tranvía en los cruces de Balmes y Muntaner, uno de los puntos con más tráfico y donde se podrían dar más incidencias. Tampoco ha querido posicionarse sobre la gestión de TRAM, que actualmente está en manos de un consorcio de empresas privadas, que considera "un segundo debate". Eso sí, ha querido dejar claro que el gobierno de Colau apuesta por "una participación pública más importante en el transporte público".