Joaquim Renart (Barcelona, 1879 - 1961) es uno de aquellos personajes barceloneses que no se merecen quedarse en el olvido. Dibujante, pintor y decorador, además de autor de un extenso diario personal, destaca por sus grabados y dibujos, muchos de los cuales configuran una singular crónica de Barcelona. Tanto es así que la Associació Antic Gremi de Revenedors, depositaria del fondo documental de Renart, ha querido dar a conocer una parte de este legado con la exposición Joaquim Renart. De Ciutat Vella a l'Eixample, la segunda dedicada a su obra, que se puede ver hasta el 25 de mayo en la sede del mismo gremio, en la plaza del Pi, 3, de Barcelona, con un doble objetivo, el de dar a conocer la obra y también la entidad que lo organiza.

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La exposición, que se puede visitar los laborables de 17 a 20 horas con un precio de 5 euros que incluye el catálogo, traza el tránsito de Ciutat Vella al Eixample experimentado por los barceloneses a finales del siglo XIX y principios del XX, el mismo trayecto que hizo Renart, que pasó del taller de imaginería religiosa y tienda de objetos artísticos Can Renart, un negocio familiar que situado en las calles de la Palma de Sant Just y del Regomir, en el Barri Gòtic, a instalarse el año 1905 en el Eixample, concretamente en la calle Diputació, entre el paseo de Gràcia y Pau Claris, en el meollo de aquella Barcelona emergente.

Con el propósito de evocar aquel tránsito, el historiador del arte Josep Bracons, comisario de la exposición, afirma, en declaraciones a ElNacional.cat, que "el Eixample no sale de la nada, surge de aquellos barceloneses y barcelonesas que pasan de Ciutat Vella al Eixample, y este paso no es solo una mudanza, es un cambio de mentalidad". "Es aquel cambio de los palacios de la calle Mercaders a la vida familiar del Eixample con todas las implicaciones de la vida moderna", señala Bracons, que añade que "en cierta forma, los dibujos de Renart son también la visión gráfica de este cambio de mentalidad". "Para él, Ciutat Vella es la ciudad de los artesanos, aquel paraíso, y la ciudad nueva del Eixample, en cambio, es la ciudad de la industria del comercio y es la ciudad también de una vida burguesa que es la que reflejan en buena parte sus dibujos", señala el comisario.

"Gran cronista de Barcelona"

Para Francesc Sendil, presidente de la Associació Antic Gremi de Revenedors, entidad que cuenta con 577 años de existencia, es hora de reivindicar, a través del fondo de la entidad, la figura de Renart, "un gran cronista de la ciudad de Barcelona". "Del fondo de Joaquim Renart tenemos mucho y los catalanes lo tienen que conocer", apunta, para añadir que la exposición en la sala noble de la sede del gremio favorece también que la ciudadanía pueda "conocer la sala, que sigue siendo una sala no muy conocida de Barcelona y al mismo tiempo disfrutar de la exposición".

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Joan Proubasta, nieto de Joaquim Renart, atiende las explicaciones de Josep Bracons durante la inauguración de la exposición / Foto: Jordi Palmer
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La exposición está situada en la sala de juntas de la Associació Antic Gremi de Revenedors de Barcelona / Foto: Jordi Palmer

En este sentido, la muestra, inaugurada el pasado 22 de abril, víspera de Sant Jordi, entrecruza dibujos de carácter personal y familiar con otros más ubicados en la esfera pública. En los primeros aparece Joan Proubasta i Renart, nieto del dibujante nacido en 1944 y presente en la inauguración, que ha hecho donación a la Associació Antic Gremi de una buena colección de dibujos de su abuelo, parto de ellos incluido en la exposición. Entre las estampas más familiares se incluyen dibujos como Estrena del jersei de la Valentina (1932), Han esquilat el Blacket (1949) -el perro de la familia- o El sofà de casa de l'avi (1959).

Con respecto a los segundos, destacan sus dibujos de las nevadas de 1932 y particularmente la de 1938, de especial importancia histórica porque afectó a una ciudad sometida a los bombardeos y los estragos de la guerra. Este apartado también incluye carteles publicitarios de Can Renart y una interesante selección de exlibris del año 1907, de estética modernista y que justifican que Renart sea considerado, junto con Alexandre de Riquer y Josep Triadó, uno de los grandes impulsores del exlibrismo moderno en Catalunya. Este diálogo entre lo que es familiar y lo que es público es al mismo tiempo reflejo de este itinerario de Ciutat Vella al Eixample y, al mismo tiempo, de la importancia de Renart en la vida de la ciudad.

 

En este sentido, Bracons recuerda que Renart "es una figura clave en la vida asociativa y cultural de Barcelona en la primera mitad del siglo veinte", reiterando su importancia porque "él mismo participa de las dinámicas de la vida cultural y asociativa de la ciudad; porque su negocio, Can Renart, es una pieza importante como proveedor de objetos de arte, y porque en su diario escrito deja constancia de la vida urbana y la vida cultural de la ciudad. "Sus dibujos son también una crónica gráfica de esta ciudad", continúa, para afirmar que "conociendo mejor Renart, conoceremos también la vida de Barcelona y sus repliegues".