Mes de abril. Con el buen tiempo se da el pistoletazo de salida a la temporada turística en Barcelona. Las calles de la capital catalana se vuelven a llenar de turistas y, con su llegada, aparecen de nuevo toda una serie de vehículos de alquiler para moverse por la ciudad. Son los segways, los skates y los patinetes eléctricos, entre otros artilugios.

Recientemente, pese a aparecer como un fenómeno vinculado al turismo, estas nuevas formas de movilidad se han generalizado: los barceloneses se han sumado a la moda de los patinetes a motor, hecho que ha despertado inquietud en el gobierno municipal. 

El Ayuntamiento de Barcelona, consciente de que no existía ningún tipo de norma que agrupara todos estos vehículos, está preparando una regulación que pretende restringir el uso de estos nuevos medios de transporte, que afectará no sólo a los usuarios, sino sobre todo a las empresas de alquiler de estos vehículos eléctricos. Dicha normativa se encuentra actualmente en fase de alegaciones y se debe aprobar en mayo. ¿Qué establece la nueva normativa? ¿Qué restricciones supone? ¿Cómo afecta los negocios turísticos? 

skate monopati electric - Sergi Alcàzar

Tres categorías: A, B y C

Si tienes un segway, un skate o un patinete eléctrico, o estás en disposición de adquirir uno, deberías saber por donde podrás y por donde no podrás circular, y las obligaciones asociadas a su uso. Con este objetivo, el Ayuntamiento de Barcelona ha establecido tres categorías de patinetes en la nueva ordenanza, que sirven para marcar tres niveles de prohibiciones.

La primera categoría, llamada A, son los patinetes eléctricos individuales que no superen los 20 kilómetros por hora y que tengan un peso inferior a 25 kilos. La segunda de las categorías, la B, son los llamados segways y los patinetes eléctricos con una velocidad máxima inferior a los 30 kilómetros por hora. Ambos grupos no podrán circular por los parques públicos, por los carriles bici, ni tampoco por las calles con una única plataforma. Además, en caso de que sean propiedad de un negocio, tendrán que llevar una distinción.

La última categoría, la C, corresponde a los vehículos eléctricos de más de dos ruedas. Estos sí podrán circular por los carriles bici, tanto si se utilizan para el transporte de turistas como de mercancías. También podrán utilizar las calles de plataforma única y las que estén limitadas a 30 kilómetros por hora. Dentro de la categoría C, hay tres subtipos: los que son para uso personal (C0), los que están pensados para actividad económica y ocio (C1) y los destinados al transporte de mercancías.

Pasa el cursor por encima de las imágenes para saber cuál es la normativa vigente para cada vehículo eléctrico.

Rutas marcadas

El pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Barcelona abrió la veda a restringir el paso de segways en el frente marítimo durante el verano. Sólo hasta septiembre, mes hasta el cual estuvieron prohibidos, se impusieron 162 multas, lo que representan aproximadamente dos al día.

Delimitar las zonas por las que podrán circular estos y otros vehículos eléctricos está entre los compromisos del Ayuntamiento de Barcelona en la nueva ordenanza, que establece toda una serie de rutas obligadas fuera de las que no se puede circular. Pero, atención, esta restricción no se aplicará a todos los usuarios, sino solo a los aparatos alquilados a las empresas de ocio y turísticas.

roda monocicle electric - Sergi Alcàzar

El gobierno municipal ha establecido una serie de rutas que restringen la circulación de grupos con características muy concretas: estar formados por entre tres y seis clientes -el máximo permitido para un grupo- junto a un guía, siempre que conduzcan vehículos de tipo A o B. Quedan exentos de esta norma, por tanto, las parejas y los que circulen individualmente.

Hay rutas repartidas por toda la ciudad: desde Montjuïc hasta Sant Martí, pasando por Sarrià-Sant Gervasi, Sants, Ciutat Vella y el Front Marítim. Algunas estan habilitadas para los vehículos A, otras para los vehículos B y por último hay algunos recorridos en común, como se puede apreciar en el mapa.

El mapa muestra las rutas para los gadgets eléctricos de tipo A (en azul) y de tipo B (en naranja) / Elaboración propia. Fuente: Ajuntament de Barcelona.

Obligaciones de los conductores

La nueva regulación no solo limita las vías a través de las que se pueden conducir estos vehículos, también añade otras obligaciones reseñables, como el uso de casco, elementos reflectantes y de iluminación, la contratación de un seguro y una limitación de edad mínima. Además, se establecen toda una serie de sanciones en caso de incumplimiento de la norma, que pueden llegar hasta los 500 euros.

Si bien es cierto que la normativa pone el foco en los aparatos que dependen de empresas de ocio o de turismo, en la nueva ordenanza se exige, por ejemplo, el uso del casco por parte de todos los usuarios de vehículos B y la colocación de elementos de iluminación y reflectantes en los vehículos de tipos B y C. 

Dando vueltas en un polígono

En el negocio turístico, la nueva norma ha generado algunas inquietudes. De hecho, algunas empresas se están planteando incluso cerrar su negocio y poner los vehículos a la venta. "Algunos compañeros quieren vender el negocio, porque ya no les es rentable. Con las nuevas rutas, temen acabar dando vueltas en un polígono", explica Jordi Pérez, propietario de Barcelona Green Segway.

Una de los problemas principales que deberán afrontar los negocios es la reducción forzada del número de personas en los grupos de las excursiones. "Antes sacábamos diez vehículos con un monitor. Ahora, si el máximo son seis personas, tendremos que contratar a más personal, con el coste económico que esto supone", cuenta Pérez.

Otro de los conflictos abiertos, que genera intranquilidad en el sector, son las condiciones que se exigirán en el seguro obligatorio. "Yo ya tengo un seguro. Lo que pasa es que no sé si es el seguro que quieren que tenga", nos explica preocupado.

Apoyamos al Ayuntamiento

Pero, evidentemente, no todo son críticas para el ejecutivo de Colau. Hay empresas turísticas e incluso asociaciones que respaldan la norma. Es el caso de la asociación Mobilitat i Turisme Sostenible de Barcelona (MiTS), representada por el empresario Vincent Dammann, con quien ha contactado El Nacional.

"Apoyamos al Ayuntamiento en el 90% de los puntos de la nueva ordenanza", explica Dammann, que reconoce que pese a que hay algunos puntos susceptibles de mejora, coinciden con el redactado de la nueva norma. Dammann, que representa a un conjunto de empresas de alta gama del sector, considera que la ordenanza "pone orden a una situación de masificación turística", con la introducción de las nuevas rutas y las restricciones de los vehículos A.

MiTS solo está formada por empresas que comercializan con vehículos de los tipos B y C, que son precisamente, según cree Dammann, los vehículos que salen beneficiados de la ordenanza. "[La norma] es más restrictiva con los vehículos A, pero a nosotros nos beneficia: permite la apertura de los carriles bici y la descentralización de la rutas, que salen del centro", explica.

Eso sí, Dammann apunta que han presentado alegaciones al texto para hacer alguna modificación. Así, asegura que no están de acuerdo con la mínima para conducir los segways, que bajarían hasta los 12 años, y piden que haya conexiones entre las rutas establecidas para grupos. El debate sigue abierto.