El Ayuntamiento de Barcelona quiere reconvertir los aparcamientos de la ciudad, tanto los públicos como los privados, para dotarlos de nuevas funcionalidades que vayan más allá de su función tradicional de almacenar coches. Con este objetivo, el gobierno municipal ha presentado este martes el Plan especial urbanístico de nuevas actividades en los aparcamientos de la ciudad de Barcelona, que aprobará inicialmente la Comisión de Gobierno y que incluye la posibilidad de que los aparcamientos puedan destinar una parte de su espacio a actividades complementarias, entre las cuales se incluyen la ubicación de consignas de distribución de mercancías (también llamadas lockers) o cajeros automáticos, entre otras.

Según la segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz, el propósito es pasar "de los almacenes de coches del siglo XX a aparcamientos del siglo XXI que recojan nuevas formas de distribución", y el plan cuenta con el aval del Gremio de Garajes, hasta el punto que su presidente, a Xavier Ferrer, lo ha tildado como "una buena noticia para el sector". De hecho, la intención del gobierno municipal es liberar zonas de superficie y espacio público, enviando a los sótanos algunas actividades que cada día son más frecuentes, especialmente en el ámbito de la distribución de mercancías, o facilitar otras que cada vez son más necesarias, como la instalación de cajeros automáticos

¿Cuáles son estas nuevas actividades?

La principal actividad prevista en este nuevo plan es la de aprovechar los aparcamientos como centros de distribución urbana de mercancías, habilitando espacios de almacenaje que funcionen como microplataformas de distribución de mercancías y como minimuelles de carga y descarga, siempre según las posibilidades de cada aparcamiento. Otra opción es la instalación de consignas inteligentes que permitan la recogida y entrega de mercancías al usuario final, sobre todo provenientes del comercio electrónico. Adicionalmente, también se podrán instalar consignas refrigeradas, para la recogida de alimentos refrigerados y congelados. También se prevé que se destine espacio de aparcamiento a estaciones de intercambio y recarga de baterías para motos, coches y otros vehículos similares.

Otras actividades que se prevé permitir dentro de los aparcamientos serán la instalación de cajeros automáticos y máquinas expendedoras (o de vending) de productos diversos, como bebidas, sólidos alimentarios o elementos de telefonía. Finalmente, también se prevé que los aparcamientos puedan incluir elementos de instalación de servicios, como armarios de semáforos o de alumbrado público que actualmente ocupan espacios en la vía pública. Según la concejala de movilidad, Laia Bonet, hay que recordar que hasta ahora algunas de estas instalaciones, como las máquinas expendedoras, "se instalaban en un rincón del aparcamiento, y ahora se podrán poner en espacios que hasta el momento eran plazas de aparcamiento".

¿Qué requisitos tienen que cumplir los aparcamientos?

Estas medidas están pensadas para los aparcamientos de rotación, tanto públicos como privados, es decir, aquellos donde hay plazas que no están reservadas para abonados y donde cualquier usuario de vehículo privado puede hacer uso por un tiempo limitado. Además, los aparcamientos no podrán dedicar más de 10 plazas de aparcamiento a estos nuevos usos y siempre deberán garantizar un mínimo de 40 plazas de rotación. Finalmente, las nuevas actividades solo se podrán que desarrollar en plazas situadas en la planta -1. Estos condicionantes supondrán que habrá restricciones para los vehículos de mercancías demasiado grandes y que se tendrá que habilitar el acceso al público, independientemente del hecho de que aparque el coche o no.