El pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado una proposición del grupo de Convergència i Unió para reprobar las actitudes y manera de gobernar del Ejecutivo de Barcelona en Comú, liderado por Ada Colau, que ha contado con los votos de ERC, C's y PP, sumando 23 concejales de los 41 posibles. El resultado ha dado pie al portavoz del grupo municipal de CiU, Joaquim Forn, a anunciar que su formación ha empezado conversaciones con el resto de grupos municipales con el objetivo de explorar la conformación de una mayoría amplia como alternativa al gobierno Colau.

CiU ha tomado esta decisión una vez ha salido aprobada una proposición que acordaba lamentar la política de gestos del gobierno municipal, "más centrada en la creación de polémicas ciudadanas que en el abordaje y la resolución de los problemas reales de los barceloneses y barcelonesas" e instar al gobierno municipal "a abandonar esta política de gestos para centrarse inmediatamente en la búsqueda de soluciones efectivas a los problemas y retos de Barcelona".

El plenario "censura" a Colau

Al constatarse la "derrota del Gobierno", Forn se ha dirigido a Colau para afirmar que "la mayoría de este Plenario censura su manera de gobernar". "Como principal grupo de la oposición, con 10 concejales, somos conscientes de que cualquier alternativa que se pueda plantear a este gobierno pasa por nuestro grupo", ha asegurado Forn, para añadir: "Asumimos esta responsabilidad, nosotros estamos dispuestos a crear una mayoría amplia que sea alternativa al actual gobierno".

 

La proposición ha contado con el apoyo de C's, PP y ERC, el voto contrario de BComú y el PSC y la abstención de la CUP. La presidenta del Grupo Municipal de C's, Carina Mejías, ha afirmado que el gobierno municipal tiene "un problema de contenido y también actitud" y que Barcelona en Comú practica una política de "cortinas de humo" para esconder la mala gestión de la ciudad.

Desde ERC, Alfred Bosch ha considerado que "hay mucha pancarta y mucha consigna" y que la acción del gobierno municipal no llega nunca a "ningún resultado práctico", recordando que "la política del gesto no es hacer una política de izquierdas". A su vez, Alberto Fernández Díaz, líder del PP barcelonés, ha acusado a Colau de "no gobernar, únicamente gesticular", culpando de la situación no sólo a la alcaldesa, sino también a "los socios de gobierno".