Después de varias semanas de movilizaciones, el Consell Veïnal del Turó de la Rovira, en el barrio del Carmel de Barcelona -distrito de Horta-Guinardó- ha hecho públicas sus demandas para "empezar a solucionar y revertir la turistificación del Turó de la Rovira", en especial la zona de la batería antiaérea, donde no hay ningún búnker aunque se les llame así. Se trata de un documento con siete peticiones -a la cual se ha añadido una octava-, que tiene como objetivo devolver el espacio los vecinos y los barceloneses sin que se convierta en una zona masificada que dificulte la convivencia.

Estas son las primeras siete peticiones:

  • Prohibición de acceso de vehículos que no sean de vecinos o servicios públicos a las calles Mühlberg, Gran Vista, Doctor Bové, Marià Labèrnia, Labèrnia y Turó de la Rovira.

  • Establecimiento de una parada de Taxis y VTC para carga y descarga de pasajeros, sin que esta perjudique las zonas de aparcamiento del vecindario y, al mismo tiempo, las paradas de bus existentes.

  • Detener la implantación de la zona verde de aparcamiento en la calle Gran Vista. Mantenimiento del aparcamiento para residentes.

  • Reimplantar la zona de aparcamiento para residentes en la calle Doctor Bové.

  • Paralización del cierre de las baterías antiaéreas e inicio de un proceso de debate vecinal, con el fin de evaluar todas las consecuencias derivadas de esta actuación.

  • Desalojo de las baterías antiaéreas cada noche, tal como se hace en otras plazas y espacios de la ciudad que sufren botellones masivos.

  • Desafectación de las 300 fincas afectadas por procesos de expropiación y derribo por el proyecto del Parc dels Tres Turons.

Y esta es la octava:

  • Que se adopten medidas para controlar la afluencia absolutamente desbocada de turistas en los buses 22, 24 y V19, y últimamente, también en el 86 y 119.

La mayoría de estas medidas ya se han dado a conocer en las manifestaciones que los vecinos convocan los viernes por la tarde, precisamente en un momento de gran afluencia de turistas que suben a la cima del Turó de la Rovira para disfrutar de las vistas en 360 grados de lo que hace unos años fue el barrio de chabolas de los Canons, que desde hace unos años se ha convertido en una zona que reúne miles de visitantes que a menudo se están hasta altas horas de la madrugada, ya que se organizan fiestas ilegales que comportan molestias a los vecinos, no solo a los que viven en los alrededores de la antigua batería antiaérea, sino que se extienden por todo el barrio del Carmel y también por el de Can Baró.

Hay que recordar, asimismo, que hasta el momento de inicio de las protestas actuales, el Ayuntamiento de Barcelona se ha limitado a empezar el cierre perimetral, que estará concluido en mayo y movilizar a la Guàrdia Urbana para desalojar la cima de la colina las noches de más afluencia. Justo antes de Semana Santa, Rosa Alarcón, concejal del distrito de Horta-Guinardó, no descartó un incremento de la presión policial ni la imposición de sanciones por la ocupación del espacio.