La propuesta de Pla de Mobilitat Urbana (PMU) de Barcelona prevé que en el 2024 más del 80% de los desplazamientos se hagan de forma sostenible, es decir a pie, en bicicleta o en transporte público, mientras que el vehículo privado representaría menos de un 19% del total, aunque ahora supera el 26%. Se quiere centrar la movilidad en el peatón, potenciando el transporte público, regulando el aparcamiento en calzada, sacar motos y bicicletas de las aceras y haciendo más eficiente la distribución urbana de mercancías. El Ayuntamiento prevé que el plan cueste unos 7.163 millones de euros, 6.500 de los cuales estarían en transporte público, aportados por las diversas administraciones

El equipo de gobierno municipal ha presentado el plan este martes por la tarde a las entidades que integran el Pacto por la Movilidad. Sin embargo, a causa de la excepcionalidad que se está viviendo con la covid-19, el Ayuntamiento de Barcelona hará una revisión dentro de un año de la situación de la movilidad en la ciudad con el fin de evaluar si hay que ajustar las medidas.

Una de las medidas presentadas por el equipo de Colau en el ámbito de la bicicleta y los vehículos de movilidad personal se propone incrementar la red actual de carriles bici en un 40%, y pasar de 800 a 1.000 kilómetros ciclables, sobre todo fuera de las aceras; incluir un carril de tres o más carriles de circulación, para fomentar la compatibilidad con la bici; estudiar la ampliación del número de bicicletas eléctricas del Bicing en función de la demanda; desarrollar el plan estratégico de aparcamiento seguro de bicicleta en la ciudad.

Actuación sobre cinco grandes ámbitos

El plan actúa en cinco grandes ámbitos: movilidad segura, sostenible, saludable, equitativa e inteligente, y propone llegar al siguiente reparto modal el 2024: los desplazamientos a pie, pasarían del 34,35% al 35,27%; el transporte público, pasaría del 37,33% al 41,25%; la bicicleta, pasaría del 2,28 al 5%; y el vehículo privado, del 26,04 al 18,48%. Así el PMU apuesta por incrementar la cuota de los desplazamientos en modas sostenibles: en pie (+7,5%), en transporte público (+15,7%) y en bicicleta (+129,4%), y reducir medio millón los que se hacen en vehículo privado (-25,6%). Con este reparto modal, un 81,52% de los desplazamientos se harían a pie, en transporte público o en bicicleta, mientras que ahora suponen el 73%.

Si se cumplen las previsiones, eso supondría pasar de los 8.063 millones de etapas de trayecto cada día a 8.444 millones, un 4,7% más. También comportaría cumplir los niveles máximos establecidos de contaminación atmosférica y acústica. La concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, se ha mostrado optimista con respecto a la captación de fondos de recuperación europeos, ya que una de sus líneas de inversión es la movilidad sostenible. "Tenemos una gran oportunidad", ha dicho.



El plan se marca cuatro retos principales: garantizar el derecho a la movilidad; velar por la salud y la seguridad de las personas; contribuir a la recuperación de la actividad económica y comercial; y combatir la crisis climática y mejorar la calidad del aire. El PMU pone como a base de la movilidad al peatón y pone énfasis en medidas de transporte público, distribución urbana de mercancías y en la regulación del aparcamiento en superficie al 90% de la ciudad.

340 medidas específicas

Para conseguirlo se concretan un total de 60 líneas de actuación, con 340 medidas específicas para llevar a cabo en los próximos años, que básicamente se centran en: favorecer los desplazamientos con modos sostenibles, reducir los desplazamientos ineficientes o contaminantes y regular y mejorar la eficiencia de la movilidad esencial.

Estas 60 líneas de actuación se dividen en: 9 líneas de actuación hacer fomentar la movilidad a pie (56 medidas); 16 líneas de actuación en el ámbito del transporte público (168 medidas); 7 líneas de actuación en relación con la movilidad en bicicleta y vehículos de movilidad personal (50 medidas); 8 líneas de actuación en el campo de la distribución urbana de mercancías (33 medidas); 13 líneas de actuación en el ámbito del transporte privado (67 medidas); y, finalmente, 7 líneas de actuación en el terreno de la movilidad inteligente (28 medidas).

En el ámbito de los peatones destacan medidas como eliminar progresivamente aparcamientos de motos y carriles bici en aceras; aumentar con 32 km las calles para peatones; mejorar la vigilancia y control de la disciplina en las aceras; instalar ascensores y escaleras mecánicas accesibles al espacio público; eliminar obstáculos en los espacios de peatones (palos eléctricos o telefónicos, armarios, anclajes de bicicletas); y restringir y reducir la movilidad rodada a los entornos de los centros escolares, al menos en los horarios de entrada y salida.

Con respecto al vehículo privado se pretende intensificar las actuaciones sobre las zonas de concentración y puntos de riesgo de siniestros; implantar la velocidad de 30 km/h en toda la ciudad, excepto a las vías de conectividad, fomentar y priorizar el uso de vehículos más sostenibles y menos ruidosos, preferentemente eléctricos y alternativamente GLP o GNC; alcanzar un 80% de la flota municipal eléctrica en el 2024; incrementar los puntos de recarga para vehículos eléctricos (60 puntos de recarga rápida); desarrollar e implementar la estrategia de aparcamiento de la ciudad para bajar las motos de las aceras; extender la regulación del Área Verde a toda la ciudad hasta alcanzar el 90% de las plazas reguladas en calzada; y potenciar una red de aparcamientos con servicios a la movilidad más diversificados.

67 kilómetros nuevos de carril bus

En el ámbito del transporte público, destaca la mejora la eficiencia de la red de bus, racionalizando los recursos de acuerdo con la demanda de cada línea y revisando trayectos; extender los carriles bus metropolitanos; analizar la red de fin de semana para dar un mejor servicio al cliente partiendo de sus movimientos; incrementar 67 nuevos km de carril bus; elaborar una propuesta de ordenación de autobuses supramunicipales y de creación de estaciones de autobuses; impulsar Park&Ride con conexión al transporte público en origen; analizar la transformación de las líneas de bus de barrio en bus a demanda; completar líneas enteras con buses cero-emisiones; implantar el plan|plano de mejora de la oferta de Metro mejorando la frecuencia de paso; priorizar e impulsar actuaciones críticas del plan de Rodalies; desarrollar una app pública del taxi; estudiar el sistema de microparadas de forma generalizada.

En el ámbito de la distribución urbana de mercancías (DUM) se quiere estudiar la modulación del tiempo de estacionamiento al ÀreaDum en función del tipo de actividad de distribución que se realice; impulsar la implantación de microplataformas logísticas de distribución de última milla, como mínimo una en cada distrito de la ciudad; promover la carga y descarga nocturna con vehículos silenciosos; potenciar el sistema de consignas o Click&Collect (alternativas para reducir las entregas a domicilio); estudiar y promover medidas tarifarias y/o fiscales para reducir el impacto ambiental de la DUM ('tasa de última milla', 'tasa e-commerce'); analizar la siniestralidad en el ámbito DUM y promover medidas para minimizarla.

En el ámbito de las nuevas tecnologías se quiere extender los servicios de vehículos compartidos en el ámbito metropolitano (turismos, motos y bicicletas), con la respectiva ampliación de licencias; implementar la incorporación de sistemas automáticos de control de la indisciplina vial (radar, radar pedagógico, radares de tramo, foto-rojo, cámaras); introducir la vídeo-denuncia en los buses con el fin de identificar y multar en los vehículos que hagan infracciones en las paradas y en los carriles bus.

La propuesta se tendrá que llevar a votación a la próxima Comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad para su aprobación inicial. Si supera el trámite, se abrirá un periodo de alegaciones y, posteriormente, el plan se tendrá que aprobar definitivamente al plenario del Consejo Municipal.