El mosén Josep Bigordà i Montmany, histórico capellán antifranquista, falleció este lunes por la tarde a la edad de 97 años, según ha difundido su parroquia de toda la vida, la de Sant Medir, en el barrio de la Bordeta de Barcelona. Aunque hacía años que estaba retirado, mosén Bigordà desarrolló una importante trayectoria de lucha antifranquista. Según refiere el portal de noticias de Sants-Montjuïc El3.cat, la vela será el jueves 18 de diciembre de 10 a 11 h de la mañana en la parroquia de Sant Medir, y la ceremonia de despedida el mismo jueves a las 11 h, también en Sant Medir.

Nacido en Ullastrell (Vallès Occidental) en 1928, se ordenó en 1952, precisamente en el Congreso Eucarístico, y a lo largo de una trayectoria de 73 años como capellán estuvo vinculado a las parroquias de Santa Maria del Pi, en el barrio Gòtic (Ciutat Vella) y en la ya mencionada de Sant Medir (distrito de Sants-Montjuïc). Asimismo, ocupó diversos cargos en el Tribunal Eclesiástico de Barcelona (1957-1967) y fue profesor de derecho canónico (1968-1974) y de teología moral (1970-1971) en el Seminario mayor y Facultad de teología de Barcelona. En Sant Medir fue vicario y posteriormente rector, donde conjuntamente con el mosén Josep Maria Vidal i Aunós dio cobijo a la lucha antifranquista hasta el punto de que fue en esta iglesia donde se fundó la Comissió Obrera Nacional de Catalunya en una asamblea del año 1968.

Bigordà, además, fue periodista especializado en temas eclesiásticos y desarrolló esta tarea en medios como El Correo Catalán, donde se ocupó de la sección de religión, junto a Casimir Martí, desde una óptica progresista. También escribió en El Periódico, fue impulsor de la revista quincenal El Pregó y de obras de carácter historicorreligioso como Història de la Doctrina Social de l’Església. Además, con mosén Vidal y Joan Colomines fundaron el Premi Amadeu Oller de poesía para jóvenes inéditos en 1964. En 1998 el Ayuntamiento de Barcelona le concedió la Medalla de Honor de la ciudad en reconocimiento de su dimensión cívica y social

Su vinculación con Sant Medir se alargó durante cuatro décadas, primero como vicario y entre 1982 y 1993 como rector, donde se significó la parroquia como espacio referente del progresismo, continuando en democracia la labor de Sant Medir como refugio para el debate social, sindical y político. Posteriormente, vivió, ya en Santa Maria del Pi y de nuevo con mosén Vidal, el encierro de inmigrantes del año 2011, un punto de inflexión sobre la problemática de la vulnerabilidad entre el colectivo de inmigrantes.