Alrededor de 1.100 personas —según estimaciones del Ayuntamiento de Barcelona— han participado este jueves por la noche en el botellón de Navidad en la calle Mandri de Barcelona, en el distrito de Sarrià—Sant Gervasi. Una cita, también llamada popularmente el "botellón pijo", que desde 2021 se convoca de manera espontánea en el Upper Diagonal y que este año también se ha producido a pesar de la molestia de la lluvia. El evento se ha celebrado este año sin incidencias destacadas, en medio de un mayor despliegue policial y más regulación por parte del consistorio para garantizar la seguridad en la vía pública.
El dispositivo preparado por el Ayuntamiento incluye más servicios de limpieza en la zona durante esta noche. Además, también como previsión de seguridad, se han cerrado los establecimientos alimentarios en la zona delimitada por el paseo de la Bonanova hasta la ronda General Mitre y de la calle Muntaner hasta la de Ganduxer. Con el fin de garantizar la convivencia entre vecinos, entre las seis de la tarde de este jueves y la una de la madrugada del viernes, el consistorio ha cortado calles para garantizar la seguridad vial y la movilidad de la zona y desviaciones de transportes públicos. También se han repartido papeleras y se han colocado lavabos portátiles
25 por la noche en la calle Mandri. Una fiesta popular. Con buen criterio, el Ayuntamiento ha decidido control en lugar de prohibición. @bcn_ajuntament pic.twitter.com/PwGVvgO6ma
— Joan R Vallvé (@joanRvallve) December 25, 2025
Además, ha habido un servicio de limpieza durante esta madrugada para retirar residuos acumulados y adecentar el espacio público. En cuanto a la seguridad, se ha aumentado la presencia de agentes de la Guardia Urbana en la vía pública con la colaboración de los Mossos d'Esquadra. El consistorio de Jaume Collboni ha mantenido varias reuniones con la asociación de comerciantes para acordar que el cierre de los locales se haga entre la una y media y la una de la madrugada. Al mismo tiempo, también se ha asegurado que en el acceso de cada establecimiento hubiera personal de seguridad para garantizar que no se sobrepasaran los aforos autorizados.
La polémica de cada año por la “impunidad”
Este año la fiesta ha quedado aguada por la lluvia. La Navidad de 2024 fueron unas 2.000 personas y el botellón se dio de manera menos controlada. Los asistentes compraron las bebidas en los mismos supermercados de la zona y en los bares, que ofrecían el alcohol para llevar durante la jornada. "Es esto cada año", aseguraron algunos vecinos, entre resignados y enfadados por lo que ya se ha convertido en una costumbre. En 2023 y 2024, la Guardia Urbana desalojó a los jóvenes hacia la una de la madrugada. Sin embargo, algunos barceloneses se mostraron incrédulos porque se permitiera el botellón hasta esa hora y que se cortaran los accesos a la vía para facilitarlo. De hecho, este 2025 también ha habido la misma polémica por la “impunidad” en la Upper Diagonal y comentarios en las redes sociales reprochando al consistorio que permita y regule la fiesta. También ha habido comentarios en un sentido contrario, celebrando que se haya optado por regular en vez de por prohibir.
"Barcelona regula el Botellón Navideño de la calle Mandri: cierre de los supermercados 24 horas y cortes de tráfico"
— JoanC Otger57 (@joan200011) December 26, 2025
La Barcelona de Jaume Collboni que esconde belenes y anima el alcoholismo. ¿Qué pretenden regulando las borracheras grupales??? pic.twitter.com/PaN23Kzq6Y
19/12/2025: El Ayuntamiento de Barcelona aprueba la nueva ordenanza de civismo.
— Cuidem Sant Antoni (@CuidemSant) December 26, 2025
25/12/2025: 1.100 personas en el botellón pijo de Mandri por Navidad.
Civismo, pero solo para algunos. La impunidad del Upper Diagonal es infinita. pic.twitter.com/TY2I6uQP3q