“Barcelona tendrá nueva Ordenanza de Civismo antes de Navidad gracias a Junts”, Así de específico ha sido el presidente del grupo municipal de Junts per Barcelona, Jordi Martí Galbis, este martes por la mañana, cuando en rueda de prensa ha anunciado que su grupo votará a favor de la propuesta presentada por el gobierno municipal de Jaume Collboni, advirtiendo, eso sí, que “no es un voto al gobierno sino a la ciudad y la gente”. El posicionamiento de Junts garantiza la aprobación, ya que con el PSC suman mayoría absoluta, y por ello ahora el siguiente paso será la convocatoria extraordinaria de una comisión de Seguridad para este jueves, para aprobar el dictamen de la Ordenanza de Civismo, que así se podrá aprobar definitivamente en el Consejo Plenario del 19 de diciembre. Esquerra Republicana también votará a favor de la propuesta de modificación.
Tras meses de negociaciones sobre esta reformulación de la ordenanza, que hasta ahora tiene un texto vigente desde 2006, la decisión de Junts ha sido posible “después de un trabajo intenso, riguroso y comprometido que hemos llevado a cabo desde Junts per Barcelona durante todo el proceso de tramitación y negociación”, y después de que el gobierno de Jaume Collboni “haya aceptado el 100% de las incorporaciones que había propuesto nuestro grupo”. Martí ha calificado la reforma como “una noticia muy importante para Barcelona y para su gente, que pide que actuemos para mejorar las cosas”, advirtiendo, eso sí, que a pesar del voto favorable, su grupo será exigente con la aplicación rigurosa y leal de la norma.
Asimismo, el presidente del grupo de Junts ha subrayado que “nos presentamos a las elecciones con el compromiso de cambiar la Ordenanza de Civismo, que no es una ordenanza cualquiera, es la columna vertebral de un marco normativo que tiene por objetivo garantizar la convivencia y que afecta directamente a la calidad de vida de la gente”, y en este sentido, ha remarcado que “dejamos atrás una ordenanza antigua, obsoleta y flagrantemente incumplida por los gobiernos anteriores”. Y ha añadido “hemos tenido 10 años de plomo: 8 años de gobierno de los Comunes, que se han puesto de perfil en la aplicación de la ordenanza, y dos años más de un gobierno continuista. Hacía falta dotarnos de una nueva herramienta para luchar contra la degradación que hay en la ciudad en muchos aspectos”.
Martí ha afirmado que el Pla Endreça del gobierno Collboni es “un simple maquillaje”, y ha defendido que “hacía falta una herramienta valiente, moderna y con consenso detrás”. Y ha añadido que “esta será la Ordenanza de Junts per Barcelona. Llevará nuestro ADN”. Finalmente, Martí ha explicado que “muchos vecinos, entidades, comerciantes y colectivos diversos nos han trasladado un clamor claro de que hacía falta cambiar las cosas y dotarnos de una nueva herramienta para dar un vuelco a la situación de la ciudad”, y ha afirmado que esta “no es una acción aislada del trabajo de Junts per Barcelona”, ha dicho recordando que, en paralelo, Junts per Catalunya, en otras instancias, ha contribuido decisivamente a que pronto se apruebe la ley contra la multirreincidencia y la ley contra las okupaciones delictivas. “Votamos sí porque hemos conseguido el 100% de lo que defendíamos y hemos blindado la ordenanza. No desfalleceremos para ser gobierno en 2027; será la garantía plena de que la ordenanza se aplique al 100%”, ha remachado Martí.
ERC también votará a favor
En todo caso, el apoyo de Junts no será el único con el que contará el alcalde Collboni, ya que Esquerra Republicana también ha anunciado su apoyo tras llegar a pactos con el PSC. En una comparecencia este martes por la mañana, el portavoz adjunto del grupo municipal de ERC, Jordi Coronas, ha recordado que su formación mantiene negociaciones con el gobierno municipal, con propuestas concretas como la priorización de la mediación en las situaciones de conflicto. “Solo gracias a nuestra presión y a nuestro voto condicionado, el texto final puede incorporar una mirada social, inclusiva y centrada en la convivencia”, ha añadido Coronas.
Coronas ha afirmado que los avances en las negociaciones “demuestran que somos la garantía para que Barcelona no vuelva a caer en recetas antiguas y propias de una ordenanza de derechas”. Así mismo, el grupo republicano ha remarcado que su posición ha sido clara desde el primer día: “Debemos garantizar que el civismo impere en nuestra ciudad, sin perder nunca de vista la mirada social e inclusiva.”