Al día siguiente que el presidente del grupo municipal de Junts per Barcelona en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, dio por rotas las negociaciones con el gobierno municipal sobre la flexibilización de la reserva de un 30% de vivienda para protección oficial en obra nueva y grandes rehabilitaciones, la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha manifestado su "sorpresa" por este hecho y ha responsabilizado a JuntsXBCN por esta ruptura de las conversaciones, señalando que el ejecutivo municipal se había "mantenido" en la mesa de negociación, mientras que se ha mostrado confiada de conocer "los verdaderos motivos" de la ruptura en una futura reunión con los representantes de Junts.

Bonet, que ha hecho estas declaraciones a preguntas de los medios después de anunciar el Plan Calor y la intención de llevar a cabo en el plazo de dos años un simulacro para evaluar la reacción de la ciudad delante de temperaturas extremas de hasta 50 grados, ha insistido en que el objetivo de la flexibilización no ha dejado de ser el de "desencallar" la construcción de vivienda en la ciudad y hacer "operativa" una medida que desde 2018 solo ha contribuido a construir 23 pisos. En este sentido, Bonet ha insistido en que el gobierno municipal está sorprendido de que Junts se haya levantado de la mesa, ya que habían "apalabrado" seguir hablando esta misma semana.

La primera teniente de alcaldía ha reaccionado así al anuncio efectuado el miércoles por Martí, cuando este dio por rotas las negociaciones para flexibilizar la reserva del 30%, señalando que "la ruptura de las conversaciones viene por la negativa del gobierno municipal a continuar con la negociación" en aspectos como la rebaja del IBI. "Cerramos esta carpeta", señaló Martí, días después de que el mismo gobierno municipal ya había apuntado la posibilidad de congelar la decisión hasta el próximo mandato. El jefe de filas de Junts, además, responsabilizó a Collboni del fracaso de las negociaciones.

Pide "rigor" sobre la reapertura del Camp Nou

Por otra parte, preguntada por el anuncio del FC Barcelona sobre la reapertura de su estadio el 10 de agosto, Bonet ha señalado que hace falta tiempo para comprobar que el Camp Nou está "en condiciones" de recibir al público correspondiente. Para que el retorno sea posible, ha dicho, hace falta una licencia de primera ocupación y eso requiere, para empezar, que hayan acabado las obras de la primera fase. "Cuando hayan acabado podremos entrar a ver si está en condiciones de poder acoger a este público, pero antes sería faltar al rigor", ha indicado. Sobre si el anuncio del Barça es precipitado, Bonet se ha limitado a decir que probablemente el club ha calculado qué le queda para hacer y espera poder acabar las obras a tiempo. En todo caso, ha remarcado, las obras tendrán que acabar para solicitar la licencia de primera ocupación correspondiente para la apertura de la primera y la segunda gradería.