Dos de los cuatro accesos a la estación de Liceu del Metro de Barcelona permanecerán cerrados durante una semana cada uno a causa de unas obras de restauración que permitirán volver a colocar los pináculos originales de 1925 con motivo del centenario del suburbano. Según ha informado este domingo TMB en un comunicado, a partir de este lunes, el acceso en dirección a Trinitat Nova que se encuentra delante del Liceu permanecerá cerrado hasta el próximo 27 de julio. Con respecto al acceso en dirección a Zona Universitària que se encuentra también delante del Liceu, permanecerá cerrado del 27 de julio al 3 de agosto.

Las obras servirán para restaurar la chapa frontal oxidada de los dos accesos situados ante el teatro operístico, así como para pintar la estructura metálica lateral que presenta signos de corrosión y sustituir el cristal lateral interior. TMB destaca que el cierre de estos accesos coincide con el mes en que se registra el menor flujo de pasajeros en esta estación.

Los pináculos históricos

Los pináculos de 1925 de la estación de Liceu permitirán recuperar el aspecto original que tenían estas dos entradas el año de su inauguración, el 5 de julio de 1925. Se trata de unos forjados originales que fechan de la abertura de la estación en 1925 y que se han conservado en almacenes municipales. La decisión de recuperarlos parte de una iniciativa presentada por el Partido Popular en la Comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Barcelona que tuvo lugar el martes por la tarde.

Cuando se inauguró la estación, las barandilla tenían unos trabajos de forja con el escudo del Gran Metropolitano de Barcelona (GMB). Aquellos originales ya no están, pero hoy día todavía se pueden ver unas réplicas que conservan la apariencia. Una de las características más singulares de la decoración original, que solo se mantenía en una entrada de la estación de Urquinaona, eran dos pináculos de hierro forjado que sostenían el cartel del Metro. Estos elementos se retiraron durante las obras de remodelación de 2007, cuando se ampliaron los vestíbulos y se instalaron ascensores para mejorar la accesibilidad.

En aquel momento, las barandillas se sustituyeron por un modelo de cristal, como el que se ve en muchas otras estaciones, y se perdió el diseño con pináculos. Sin embargo, más adelante se optó por recuperar el diseño original de las barandillas, a pesar de que con réplicas, y este es el que se ha mantenido hasta hoy. Ahora, sin embargo, se prevé restaurar también los pináculos, completando así la recuperación del aspecto original.