Una recreación del despacho del president Josep Tarradellas en el exilio con los archivadores originales y la urna que contuvo durante cuarenta años el corazón galvanizado del president Francesc Macià forman parte de la exposición 'Els fonaments de l'autogovern', visitable en la sede principal de la Diputación de Barcelona y comisariada por el historiador Joan Esculies, que explica como se constituyó el Arxiu Montserrat Tarradellas i Macià y que incluye otros efectos como magnetófonos utilizados por el president Tarradellas, cuadernos, facsímiles de documentos y fotografías, que forman parte del archivo, custodiado por la comunidad cisterciense del monasterio de Poblet y que se ha convertido en un referente para historiadores e investigadores sobre el largo periodo entre la II República y la Transición democrática.

De hecho, este archivo, del que ahora se muestra a la Diputación de Barcelona una parte de los objetos que contiene, consta de más de dos millones de páginas de documentación, el grueso de las cuales está conformada por el fondo que llegó a Catalunya en agosto de 1981 procedente de Tours. Por eso, el archivo conserva un fondo notable de documentos que permiten repasar la vida institucional de la Generalitat, y la exposición refleja el camino de la documentación que se conservó después del avance de las tropas franquistas y que se trasladó a Francia, donde Tarradellas se instaló a Saint-Martin-le-Beau al lado de sus padres. Hay que recordar que Josep Tarradellas, además de ser president de la Generalitat entre 1954 y 1980, también fue presidente de la Diputación de Barcelona entre 1977 y 1980.

La exposición explica cómo el padre del político, Salvador Tarradellas, escondió la documentación en sacos dentro de bidones de gasolina y la escondió en un bosque próximo a la finca durante la ocupación nazi, de manera que los papeles de la Generalitat, el mismo Tarradellas y ERC estuvieron bajo tierra tres inviernos. Pasada la guerra, la documentación se desenterró y Tarradellas la dispuso en archivadores. El fondo documental creció una vez Tarradellas fue elegido president de la Generalitat en 1954. A su retorno a Catalunya, Tarradellas optó por depositar la documentación en el monasterio de Poblet como voluntad de continuidad con las tumbas reales de la Corona de Aragón.

La urna del corazón de Macià

La exposición también explica el viaje del corazón del president Francesc Macià y de la urna que lo custodió. Después de su muerte, el día de Navidad de 1933, el círculo más íntimo del avi Macià decidió extraerle el corazón para preservarlo en una urna con formol y galvanizarlo, una costumbre habitual en aquella época en personas célebres. El corazón quedó dipositado en una caja fuerte del Palau de la Generalitat, desde donde partió al exilio en 1939 y Tarradellas lo dejó en una caja fuerte de la entidad Société Générale de Tours, donde en 1965 advirtieron que salía un líquido extraño. Después del retorno de Tarradellas a Catalunya, se hizo un acto de entrega del órgano a la hija del president, que lo depositó en el panteón donde descansaban los restos de Macià en el cementerio de Montjuïc.