El grupo de vecinos Salvem el Guinardó ha presentado este lunes, 13 de febrero, una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona, respecto al servicio de atención a drogodependientes sin hogar, situado en el antiguo Hotel Aristol del barrio del Baix Guinardó, una instalación polémica a causa de su situación, justo delante de un centro escolar. El Hotel Aristol, situado en la calle de Cartagena esquina con Mas Casanovas ha sido polémico desde que en marzo de 2022 se convirtió en un albergue para toxicómanos sin hogar, hecho que provocó la repulsa vecinal y la aparición del mismo colectivo que ahora ha presentado denuncia.

Según ha hecho público este colectivo vecinal, desde el momento que se estableció este espacio para drogodependientes se ha intentado mantener un diálogo con la Administración municipal, pero esta siempre "ha ignorado todas las pruebas y evidencias" que se le han mostrado con respecto al riesgo ambiental que genera este centro al estar delante de una escuela de enseñanza infantil y primaria, y sobre las "escasas condiciones" que tiene el Hotel Aristol para que se pueda prestar un buen servicio a la cincuentena de usuarios que lo utilizan de manera habitual.

A causa de eso y ante la probable renovación del servicio en septiembre de 2023, el colectivo se ha visto "obligado" a presentar una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona. De hecho, Salvem el Guinardó considera que el Hotel Aristol "no cumple las condiciones legales para prestar" el servicio de albergue para toxicómanos sin hogar, "ni por su ubicación, ni por sus características, ni por los permisos que actualmente posee". Además, indican que a pesar del intento de acordar que solo haya consumos de drogas legales, "los usuarios siguen llevando drogas ilegales como heroína, cocaína y crack" y "consumiéndolas en narcosalas habilitadas a menos de quince metros de una escuela".

Jeringas cerca de la escuela

De hecho, los vecinos protestas porque a consecuencia del establecimiento de esta zona para drogodependientes en los alrededores de la escuela Mas Casanovas se han encontrado "jeringas, pipas, tiendas de acampada, ocupación de bancos y parques próximos y personas consumiendo drogas". Asimismo, el colectivo vecinal lamenta que estos hechos "son negados constantemente por la administración alegando que son casuales o que no tienen nada que ver con el centro", y defienden que lo mismo se les decía a los vecinos de las Corts cuando este servicio estaba ubicado en aquel barrio y que vieron cómo las "casualidades desaparecieron una vez el servicio se reubicó en el Baix Guinardó".

"Al ver vulnerados nuestros derechos como ciudadanos y los derechos de los usuarios a recibir un servicio digno, y después del fracaso del diálogo con la administración municipal, nos hemos visto obligados a presentar denuncia delante de la Fiscalía Provincial de Barcelona", añade el colectivo.