Los actos de inauguración de la nueva torre de la Sagrada Familia, la de la Virgen, que tendrá su momento álgido esta noche con la iluminación de la estrella de doce puntas que la corona, han empezado este miércoles por la mañana con una gran muestra de cultura popular en el interior de la basílica, que ha contado con la presencia del president de la Generalitat, Pere Aragonès y el cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella.

En este pistoletazo de salida, Aragonès ha reivindicado la "historia entrelazada" que comparten la Sagrada Familia y la cultura popular catalana. "Lo que representa la Sagrada Familia para el pueblo de Catalunya y para la ciudad de Barcelona no se entiende sin la participación de su ciudadanía", ha añadido Aragonès.

Por su parte, Omella ha asegurado que la torre iluminada de la Virgen será el corazón de Barcelona: "Y todos nos sentimos unidos en este corazón, que nos da vida y esperanza". "Tenéis que tener esperanza, el mundo no se acaba con la pandemia, el mundo no se acaba con las dificultades, todo continúa", ha defendido, y ha reivindicado la figura de la Virgen.

Además, con la inauguración de la torre, Omella ha defendido que la Sagrada Familia se ha convertido este miércoles en el centro barcelonés y mundial, "porque todas las televisiones del mundo han pedido estar aquí hoy". Por todo ello ha agradecido al arquitecto Antoni Gaudí "haber concebido este proyecto tan maravilloso que une y hace trabajar con esperanza", así como a las personas que han participado este miércoles.

Sardanas, castillos y gigantes

Al acto se han exhibido danzas y actuaciones populares típicas de la cultura de la ciudad y que se reproducen por lo común en ceremonias y homenajes, como sardanas, castillos, gigantes y cabezudos.

Al acto también han participado a la consellera de Cultura, Natàlia Garriga; el teniente de alcaldía de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle y la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, además de unas 200 personas como público.

Por la tarde, iluminación

El programa de actos continúa por la tarde, primero con la celebración de la Misa a las 18 h y posteriormente, hacia las siete y cuarto, la bendición de la nueva torre que, acto seguido, dará paso a la iluminación de la estrella que la corona.

Con sus 138 metros de altura, la Torre de la Virgen está llamada a convertirse en un nuevo símbolo del templo y, por extensión, de la ciudad de Barcelona, ya que supone un nuevo punto de referencia de la 'skyline' de la capital catalana, todavía más por el hecho de que estará iluminado, en principio con el mismo horario que las fachadas, es decir, de 18 h a 22 h en horario de invierno -este jueves estará encendido hasta medianoche.

 

Imagen principal: Séquito de gigantes en el interior de la basílica / Europa Press