El ataque vandálico a la antigua sinagoga mayor de la Judería de Barcelona, que se detectó el lunes pasado, ha sido la gota que ha hecho colmar el vaso por el mal estado del patrimonio histórico barcelonés, una situación detectada en otros puntos como el Baluard de Migdia, la plaza de la Vil·la de Madrid, la muralla romana de la plaza Berenguer o la iglesia del Pi. En el caso del Call, ha sido la Associació Amics dels Calls de Catalunya, la misma entidad que dio a conocer que la mezuzà de la sinagoga había sido arrancada, quién ha decidido convocar una concentración de protesta la próxima semana.

En concreto, la asociación ha convocado la ciudadanía a concentrarse el miércoles, 21 de septiembre, a las seis y media de la tarde a la confluencia de la calle Marlet con Sant Ramon del Call, un espacio, eso sí, de reducidas dimensiones, ya que como en casi todo el Call, las calles son bastante estrechas. En todo caso, la asociación denuncia "el estado penoso en que se encuentra el Call de Barcelona" y se pregunta "que se piensa hacer al respecto". El llamamiento, abierto "a toda la ciudadanía, de cualquier confesión de fe y condición", convoca a denunciar el estado deplorable de lo que fue el Call Major de Barcelona.

Según Amics dels Calls de Catalunya, "la suciedad y la inseguridad del Call, el barrio judío de Barcelona, es un hecho grave que pide una solución inmediata". Por medio de un comunicado, la entidad denuncia el estado "lamentable" de este barrio y añade que "su elemento más importante como es la sinagoga mayor ha aparecido con la mezuzà arrancada y su puerta llena de pintadas". "Somos conscientes de que es una situación que, por desgracia, es extensible a gran parte de los monumentos y patrimonio de la ciudad, pero a nosotros nos corresponde denunciar un hecho que nos hiere profundamente", añaden.

Página negra de la historia de Barcelona

Amics dels Calls de Catalunya nació en agosto de 2020 como asociación en recuerdo y a consecuencia de los disturbios de 1391 contra la comunidad judía con el objetivo de dar a conocer y reivindicar su legado en Catalunya. En este sentido, recuerdan que "entre el 5 y el 8 de agosto de 1391 los cristianos entraron en la judería de Barcelona, y todos los judíos que no se quisieron convertir y bautizar, que fueron la gran mayoría, fueron masacrados. En total, trescientas personas". Por eso, la misma entidad considera que el Call de Barcelona, "no es sólo un antiguo barrio medieval, es también un recordatorio de una página negra de nuestra historia: el asesinato, persecución y expulsión de la minoría judía", por lo cual considera que "respetar, tener cuidado y dignificar este espacio no es una simple cuestión de civismo, es sobre todo una obligación moral".