Idiota: palabra del griego ιδιωτης (idiotas) para referirse a aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos, sólo de sus intereses privados. También fue utilizada en latín, y quiere decir ignorante. Un detalle más: idiota es aquel que sufre idiocia, es decir: un trastorno mental por el cual una persona puede parece físicamente adulta, pero tiene una edad mental de 3 años. Bien, toda esta explicación etimológica tiene su por qué. Es la palabra escogida por el presentador vasco Xabier Lapitz para definir el abyecto tuit de la "periodista" (pedimos disculpas a la profesión por adelantado) Cristina Seguí. La más maleducada de la corte de Eduardo Inda, experta en el insulto gratuito y facha, decía esto de los madrileños que se manifiestan en Madrid por la pésima gestión de Isabel Díaz Ayuso, que cierra barrios pobres por el estallido del coronavirus: "Lo mejor que te puede pegar esta gente es el COVID. Llevan sin ducharse desde 1985.".

Cristina Seguí Intereconomia

Cristina Seguí Intereconomia

Manifestación Madrid contra Ayuso Twitter

Manifestación Madrid contra Ayuso Twitter

Seguí, autora de 'hits' como llamarle "Barbie medio putón" a Irene Montero, busca que le hagan caso. Y qué mejor que utilizar el manual del ultra, que considera "guarros" a todos aquellos que se alejen de su radicalidad españolista. A buen seguro que Tamara Falcó estará orgullosa de la originalidad nauseabunda de la de OK Diario. Lo que no sabe (o no quiere saber) es que cualquier ser humano con un mínimo de decencia prefiere mil veces el supuesto olor a sudor a la peste rancia de la caverna. Xabier Lapitz, presentador de Jake en ETB y columnista de El Nacional.cat no se ha podido aguantar y le ha dedicado este calificativo, tan preciso como acertado: "¡Cómo se puede ser tan idiota! en sentido etimológico."

Xabier Lapitz En Jake ETB

Xabier Lapitz En Jake ETB

Cristina Seguí 2 Intereconomía

Cristina Seguí Intereconomia

Contagiarse de la Covid es grave. Pero respirar el mismo aire que la Seguí es mucho más nocivo y peligroso. En su caso, no hay irrigación sanguínea desde el 18 de julio de 1936.