Ahora que se ha puesto tan de moda el filtro fotográfico que te transforma en uno de los protagonistas de la serie 'Berverly Hills 90210' (en España, 'Sensación de Vivir'), resulta paradójico comprobar la patética realidad de una de sus actrices más conocidas. Conocida y multimillonaria, hija de uno de los productores de televisión más importantes de los EE.UU.: hablamos de Tori Spelling. A sus 50 años, y tras décadas de vivir plácidamente, su día a día se ha tornado un drama sin final. La californiana se ha divorciado de su marido, el actor Dean McDermott, después de 18 años de matrimonio y 5 hijos en común. La ruptura ha venido acompañada de un traslado de residencia realmente sorprendente: de vivir en mansiones a hacerlo en moteles de 100 dólares la noche y autocaravanas. De la opulencia a la miseria.

Una aventura que no ha durado mucho, porque se sabe que alquiló un piso de renta limitada donde tampoco está encontrando la paz que necesita. Spelling va dando tumbos por la vida en compañía de sus descendientes, de edades comprendidas entre los 6 y los 16 años. Sin embargo, lo que le acaba de pasar a Tori supera todas las expectativas: también ha tenido que abandonar esta residencia, y contra su voluntad. A nadie le gusta compartir techo con un tipo armado con un rifle de asalto, enloquecido y con intenciones nada ideales para una vida en familia. Pues eso es, exactamente, la última peripecia vital de la intérprete de Donna Martin, su personaje en la ficción. Qué miedo.

La actriz fue evacuada por las fuerzas especiales de seguridad el pasado miércoles. Los agentes habían recibido el aviso de la presencia de este elemento descontrolado en su vecindad. Este sujeto se había atrincherado en el bloque donde residía Spelling, llegando a ocupar la casa y tomando a otro residente como rehén. La policía desalojó inmediatamente la zona hasta que pudieron reducir al asaltante. Afortunadamente, no se han tenido que lamentar ningún tipo de víctimas durante el incidente, a pesar del alboroto y el nerviosismo que consumió a los habitantes del edificio y de todos aquellos que se encontraban en los alrededores del lugar de los hechos. El susto de su vida. A esta mujer no le sale nada bien, y ya van muchos años de declive.

La estrella de capa caidísima acusó esta último golpe, ofreciendo una imagen totalmente desencajada mientras los SWAT restablecían el orden. Sin embargo, que Tori hace tiempo que no remonta y que su aspecto es la viva imagen de la desesperación y cierto abandono, eso es indiscutible. Este pasado verano la vimos saliendo de un hospital próximo a Los Ángeles en estado deplorable, y tampoco mejoró demasiado unos cuantos días después, cuando hacía la compra en un supermercado. De glamur solo le quedan las cenizas, los recuerdos y los retoques estéticos aberrantes que se perpetró en el rostro. La sensación de vivir de Spelling es terrorífica.

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Tori Spelling en el hospital / GTRES
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Tori Spelling en el súper / GTRES