Faltan sólo tres días para las elecciones del 28-A y los partidos pisan el acelerador para conseguir los votos de los que todavía están indecisos. En el ala derechista de la política española, los dirigentes del PP, Ciudadanos y Vox extreman (todavía más si era posible) su discurso incendiario para seducir a los votantes ultras, como hicieron anoche Cayetana y Arrimadas en el debate de TV3 o como ha hecho Santiago Abascal en su última entrevista con Álvaro Ojeda de OK Diario.

Como si fueran dos cuñados en la barra de un bar cutre de carretera, arreglando los problemas de España después del carajillo de la tarde, Ojeda hace las preguntas malintencionadas y Abascal escupe bilis de color verde-Vox. En su punto de mira: indepes, izquierdosos y feministas. “A Rufián deberían contratarlo para barrer el patio de la cárcel”, reclama. El dirigente ultra, desatado contra el diputado de ERC, también lo caricaturiza dando a entender que lleva una vida sin preocupaciones en el Congreso de los Diputados, que le ha hecho engordarse: "Desde que está en política, Rufián come mucho".

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Santiago Abascal quiere que los presos políticos catalanes pasen la vida en la cárcel. Represión, represión y todavía más represión. Todo, con un ojo puesto en Waterloo: "A los imputados del procés las va a caer la del pulpo. No tengo ninguna duda de que Puigdemont terminará pagando sus delitos y que volverá a España para estar entre rejas". Y amenaza a los catalanes con someterlos a su poder si llega a la Moncloa: “Si Vox gana el 28-A lo primero que hará con Catalunya será tomar el control. Aplicará el 155 y mucho más”.

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Los ataques repugnantes del dirigente de extrema derecha contra todos los que no piensan como él no tienen traba. Como, por ejemplo, lo que dice de Gerard Piqué: “No tiene ni idea cuando habla de nada que no sea fútbol. Podría dejar de hablar de política y de jugar al fútbol y estaríamos todos contentos”. Abascal azota con ira al central del Barça, al que querría ponerle una mordaza porque es un firme defensor de las libertades en Catalunya.

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De La Sexta, Abascal dice que "deberían ser más decentes", del movimiento feminista español asegura que le sobra la palabra "feminista" y de la política estatal sostiene que "el Congreso está lleno de flojos". El dirigente de Vox es la imagen evidente del españolismo más rancio y casposo, un gañán que reivindica que "llevar el palillo en los dientes es tradicional en España” y que Pajares y Esteso "tienen mucha más gracia" que el cine actual. Los que no tienen ningún tipo de gracia son él mismo y el partido de representa, que quieren volver a la España en blanco y negro que perseguía impunemente a la disidencia.