La locura por conseguir una entrada para disfrutar del estreno de Rosalia en Barcelona está cumpliendo las expectativas. Ver a la de Sant Esteve Sesrovires el próximo 7 de diciembre en el Palau Sant Jordi se ha convertido en una auténtica misión imposible. Desde que se anunció la fecha de su esperadísimo debut catalán, se veía venir el colapso en la centralita de venta de localidades. Pero la realidad ha superado cualquier previsión. Comprar una entrada por las vías oficiales se reveló como un milagro al alcance de muy, muy pocos. Ni durante la preventa, ni mucho menos durante el periodo oficial. Problemas, colas virtuales interminables, y la constatación de un escándalo para sus fans (y un gran éxito para la cantante): Entradas agotadas, sold out total. La propia Rosalia compartía la noticia (repetida en París y Madrid) y anunciaba una nueva fecha barcelonesa. Pero hay malestar.

Rosalia desengaño @rosalia.vt

Rosalia @rosalia.vt

Las sospechas de que alguna cosa (mala) está pasando con el acontecimiento es, sencillamente, imparable. Y los fans sólo pueden adquirir las entradas soñadas pasando por caja, pero no por la oficial: Es decir, ir a la reventa. Allí se están viendo precio astronómicos, lejos de las posibilidades de la mayoría de los seguidores de la catalana. 1.800€ por localidades que cuestan entre 30 y 70. Las redes apuntan a diferentes sitios web donde se pueden adquirir los tickets de acceso, empresas que se dedican a la reventa. Y el enfado es considerable. Incluso, el de personajes famosos, tan fans como 'el vulgo' y tan airados como ellos. Una de ellas, la presentadora Carme Chaparro, que ha sido clara: "Hay webs llenas de entradas a precios desorbitados. El beneficio debería ser para artista y promotor. No para mafiosos"

Carme Chaparro decepcio @carmechaparro

Carme Chaparro @carmechaparro

Este lunes 23 de septiembre podremos comprobar si se repite la historia y las localidades se evaporan misteriosamente en cuestión de segundos para volver a ofrecerse en el mercado 'negro'. Una lástima que se permitan estas prácticas que acaban pagando los seguidores. La esperada llegada de Rosalia a Barcelona empieza "malamente, tra tra".