Rocío Flores acaba de destrozar toda la teoría de Telecinco, de Rocío Carrasco y de decenas de tertulianos que están pintando a la hija del matrimonio de Antonio David Flores y Rociíto como una mujer de 25 años manipulada y que no quiere saber nada de la madre. "No quiere a su madre" han llegado a vomitar tertulianos afines a Rociíto como Belén Rodríguez. Mentían. La chica ha reventado este viernes enEl programa de AR con un discurso emotivo y descomunal. Vídeos:

EzFzdgSWYAAEMKu

Rocío Flores, Telecinco

Rocío Flores: "A ver cómo lo explico. No voy a valorar el documental pero explico cómo me siento. Me creo una coraza y no soy así. Tengo presión mediática 24 horas y 7 días. Yo explico cómo me siento. No tengo nada que ocultar y vengo a trabajar y eso no es que no tenga sentimientos. Los tengo, no pocos. Se prejuzga y se dice. Las cosas no son así. Conozco perfectamente a mi madre, sé lo que he vivido mejor que nadie en casa de mi madre. Se ha dicho que me han criado en una casa con odio. En mi casa jamás en la vida se me ha provocado odio hacia mi madre. Jamás en la vida. Nunca. Me siento destrozada. Se superan los límites. También sufre otra persona, mi hermano Dadid Flores. Tengo 25 años, he demostrado que tengo criterio y pienso por mí misma. No estoy manipulada. Y mi padre no es como dice ese documental".

Rocío Carrasco GTRES

Rocío Carrasco, GTRES

Rocío Flores mira a cámara y se dirige directamente a su madre:  "Te lo digo a ti, mamá. Lo he intentado por activa y por pasiva, de forma privada muchas veces. Tras salir de Supervivientes llamé  a mi madre, el 3 de diciembre y ayer volví a llamar a mi madre 2 veces. Veo que solo puedo contactar con ella públicamente. Mamá, tus hijos no te los ha arrancado nadie. Tus hijos están aquí, tu hija y tu hijo. Levanta le teléfono, llámanos, siéntate con nosotros, habla en casa, aclaremos las cosas, no quiero más dolor, no puedo más. Basta. Ni puedo yo ni puede Ddavid. Es insostenible". Telecinco acaba de ver que le cae todo el montaje. Rocío Flores, la víctima, ha hablado. Turno de su madre. El resto, a callar.