A menudo se dice que los periodistas de campo, los reporteros y los que están al pie de la noticia, captando las cosas que pasan desde donde pasan, viven riesgos, en mayor o menor medida, y en función de la noticia que estén cubriendo. Evidentemente, ni hay que mencionar la valentía de los corresponsales de guerra. Pero quién le tenía que decir a Taciana Díaz que el peor momento de su vida, donde casi no lo explica, le pasaría en un restaurante.
La reportera gallega de La Sexta, habitual de los servicios informativos, lo ha explicado ante la mirada preocupada de los presentadores de Más vale tarde Cristina Pardo e Iñaki López. Los dos, con los ojos como platos y cara de circunstancias, conmovidos por el testimonio de su compañera de equipo. Explica la periodista gallega que se encontraba en un restaurante de A Coruña, 'A Mundiña', cuando se atragantó comiendo una tapita de pulpo. Se encontraba en un reservado cuando aquello no bajaba y empezó a "ponerme morada", llena de angustia y viendo que se acercaba la tragedia. Ella pensó, rogó, más bien, "que como había gente comiendo, a ver si había algún médico". No era el caso. Miedo máximo viendo cómo se le escapaba la vida... hasta que llegaron unas manos salvadoras...
"De repente una persona me agarra: mi salvadora". ¿Y quién era la persona que le salvó la vida? Iría, camarera del local, que daba la casualidad que había estado en las Fuerzas Armadas y pudo realizarle con éxito la maniobra de Heimlich. "Cuando yo expulsé ese trozo de pulpo y pude volver a respirar y a vivir te dije que me acababas de salvar la vida y dónde aprendiste a hacer la maniobra", dice ella agradecida. "Hoy he estado a punto de morir atragantada. En el restaurante 'A Mundiña' de A Coruña, la camarera Iria me ha salvado la vida con la maniobra de Heimlich, que deberíamos saber todos. El dueño, Álvaro, y demás personal han sido un amor".
Hagámosle caso. Una recomendación que vale la pena. Celebramos la recuperación de la reportera, que desde ahora mismo tiene un ángel de la guarda a quien no olvidará nunca.