Está a punto de cumplir los 40 años y es increíble como todavía tiene energía, talento, resistencia y profesionalidad para seguir jugando a fútbol al primer nivel después de toda la vida haciéndolo, con éxito, en los diferentes clubs donde ha jugado y en la selección española. Hablamos de Raúl Albiol, central excelente, campeón del Mundial 2010 y las Eurocopas 2008 y 2012 con la Roja, y jugador de Valencia, Getafe, Real Madrid, Nápoles y Villarreal, su último club y de quien se despidió hace unas semanas en un adiós emocionante ante los compañeros y aficionados de La Cerámica.

Pero él no quiere colgar las botas, quiere seguir jugando a fútbol, lo que más le gusta del mundo. Lo tiene claro: “Quiero seguir jugando. Está claro que ahora es difícil pensar tras tantas emociones, pero me gustaría jugar. Pero debe ser un proyecto que me emocione, me ilusione y un club que confíe en mí. Vamos a ver si en unos días lo tengo más claro y veo qué puede pasar. Sin fútbol no sé vivir, mi mujer me matará, pero mi idea es seguir". Veremos qué acabará pasando y dónde irá a parar, pero lo que está claro es que el fútbol lo ha sido todo para él, aparte de su familia. Una pasión que casi se ve truncada cuando sufrió un accidente de coche terrible, que lo tuvo incluso en coma inducido durante una semana.

Ha hablado de ello en El Cafelito de Josep Pedrerol, donde ha puesto la carne de gallina a los espectadores con un recuerdo sobrecogedor que pasó hace veinte años, en el 2004, cuando iba a firmar una sesión con el Getafe. Él viajaba en el coche con su padre, pero se estropeó la misma mañana del viaje y fueron con el coche del representante, con él detrás y el padre en el asiento del copiloto. El jugador, que entonces tenía 18 años, fue quien salió peor parado. El coche dando vueltas de campana, él no llevaba el cinturón puesto, la puerta se rompió y salió disparado hacia la autovía. "Una semana en coma inducido, como si no estuviera". Lo primero que recuerda cuándo despertó nuevamente es que una enfermera le estaba limpiando los ojos. "Veo luces y veo que estoy vivo. Lo primero que hago es mirarme las piernas. Yo quería jugar a fútbol. Tenía la manta encima y quería mirarme las piernas a ver si las tenía".