Hoy es un gran día para los culés. Hacía tiempo que los aficionados azulgranas no teníamos aquellos nervios previos a un partido, y durante, y esta euforia una vez acabado el match. Y es que hoy, por fin, tenemos motivos para estar con una sonrisa de oreja a oreja. Hacía cuatro años que el Barça no vivía una noche mágica en Europa, y ahora por fin ha llegado. Los de Xavi Hernández están en los cuartos de final de la Champions después de ganar al Nápoles en Montjuïc. Un 3 a 1 que desató la alegría de los técnicos, jugadores, aficionados y directivos. El Barça estará en el bombo del viernes, ya se encuentra entre los 8 mejores equipos de Europa, después de un partido bastante bueno donde vivimos una nueva demostración de algunos jugadores que hace sentir a los culés que tenemos futuro. Y es que la nueva exhibición de Lamine Yamal, Fermín y sobre todo, Pau Cubarsí, es para felicitarse. Mucho más que eso. Partido descomunal de dos menores de edad, que no tienen edad para conducir o comprar bebidas alcohólicas, pero que se han puesto a todo un Barça a la espalda.

El flamante MVP del partido, repetimos, con 17 años, tuvo una actuación estelar. Una más. Es tan bueno que ahora mismo parece indiscutible en el once titular. El mismo Cubarsí dijo que era uno de los días más felices de su vida y que ahora esperaría impaciente el próximo viernes. ¿Por qué? Porque aquel día habrá dos focos informativos que lo tendrán muy atento: uno, el sorteo de los cuartos de final de la Champions, para ver qué rival le toca al Barça. El segundo, porque el seleccionador español, Luis de la Fuente, dará una convocatoria de la Roja donde no sorprendería nada que el crío del plantel azulgrana esté entre los convocados. Quien no estará es Brahim Díaz.

El jugador del Madrid ha escogido jugar con Marruecos, y el madridismo más patriótico se ha puesto las manos a la cabeza. Y no solo eso, sino que han empezado a decir barbaridades para atizar al seleccionador español y la Federación española por haber osado dejar escapar a un jugador como Brahim. Entre las críticas más recientes que han soltado por la boca, sin embargo, hay quien se tendría que tapar un poco antes de decir según qué. Primero, atacando gratuitamente a Lamine Yamal, que tiene un caso como el de Brahim, con padre marroquí, y que juega con la Roja porque dicen que con él se fue más cuidadoso y había más voluntad de contar con él. Enseguida, madridistas hiperventilados diciendo imbecilidades:

En Radio Marca han analizado la no convocatoria de Brahim Díaz con España. Dice José Luis Sánchez, el de 'El Chiringuito, que "no han querido que Brahim juegue con españa". Pero atención a lo que dice otro colaborador, con un tufo de catalanofobia que es de traca: "A nadie se le escapa que si se llamara Brahí Pons estaría convocado hace tiempo con la selección española. Cualquier forma catalana de nombre". Otro hace bromitas con nombres catalanes, "Pongs, Martorel, Brahí Martorel," tal como se ha fijado un usuario. Está claro que lo que querían era zurrar al seleccionador dejando caer que solo convoca jugadores del Barça o salidos de la cantera culé. Pero la manera que han escogido para hacer la crítica, no solo es cobarde, sino catalanófoba:

Lamentable.