Después de un año intenso, políticamente hablando (sólo hay que tomar como ejemplo lo que ha pasado los últimos días en clave política catalana), después de unos meses donde desde las españas hemos tenido nuevas y fehacientes demostraciones de constantes intentos represores por parte del Estado, sobre todo, con respecto a Catalunya, Pilar Rahola ha hecho las maletas y ha ido precisamente a su rincón preferido del país. Su Cadaqués querido, uno de los lugares más preciosos de Catalunya y del mundo entero. La escritora ha vuelto a sus calles, sus calas, sus lugares llenos de historia. El lugar donde es la mujer más feliz del mundo. Como cada verano, Rahola descansa en su casa, la de sus antepasados, la de su gente. Más casa suya que en ningún sitio. Conoce cada rincón de la villa y este año ha decidido hacer como el verano pasado, cuando regaló a todos los seguidores de su canal de Youtube Palabra de Rahola diferentes vídeos impagables donde iba revelando algunos de los secretos que hay detrás de sitios emblemáticos como la Iglesia de Santa Maria de Cadaqués y su historia extraordinaria o la calle más famosa y fotografiada de Cadaqués, la calle de Es Call.

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Pilar Rahola en la calle de Es Call de Cadaqués

Como a ella le gusta recordar de su villa querida, "Cadaqués viejo Cadaqués del dulce renombre. Dormirás cerca del mar, en la barca fondeada, por sonido el viejo campanario, por cielo, la estelada". Este verano, Rahola lo empieza recordando que "como muchas poblaciones de la costa, Cadaqués tuvo un baluarte de defensa contra las incursiones enemigas", y nos habla de un edificio emblemático: "La torre semicilíndrica de Sa Fusta formaba parte de este baluarte y de las murallas que la protegían. Se trata de una torre de defensa y vigilancia construida en el siglo XIII que se alzaba encima de las rocas y controlaba toda la bahía. Protegió Cadaqués sobre todo de los ataques piratas del siglo XV y XVI, como los hermanos famosos Barbaroja que en 1543 incendiaron la villa. Los piratas atacaban de noche, saqueaban y quemaban las casas". No sólo eso, también "capturaban a la población para pedir rescate o venderla como esclava. Los pescadores pagaban los rescates y a menudo hacían incursiones para atacar a los invasores".

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Torre de Sa Fusta d'Es Baluard de Cadaqués
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Torre de Sa Fusta d'Es Baluard de Cadaqués

Rahola sigue recordando que "en 1548 el pueblo, con su baluarte, resistió todo un día el ataque de más de 2.000 piratas. Cuando se recibía señal de peligro se cerraban los portales y se preparaban los cañones, que estaban situados en la placita en forma de proa. Este edificio de tres pisos, con cubierta, dos vertientes y en forma de 'L' tuvo diferentes funciones: prisión, juzgados, escuela...". ¿Y qué es ahora? Ni más ni menos que "la Casa Consistorial, el Ayuntamiento. Se accede por un arco de medio punto de piedra de Cadaqués, y es un bien cultural de interés nacional. Todo entrando al pueblo hay Sa Plaça, la única intramuros, donde se reunía el Consejo de Ciento para gobernar la villa". La escritora explica que "en 1.403 el rey Martí l'Humà creó el gobierno de los 12 prohombres, pero el consejo se mantuvo hasta el siglo XVII. Y en época medieval, Cadaqués fue gobernado por una mujer. Finalmente, en pleno siglo XX, se destruyó la roca y se hizo la carretera que recorre Es Baluard, fijando la imagen de Cadaqués que hoy es mundialmente famosa":