La famosa ley del "sí es sí" ha revolucionado un poco más el siempre convulso panorama político del Estado español. Las prisas del ejecutivo, especialmente de la ministra de Igualdad Irene Montero, para sacar adelante la norma, ha provocado un efecto adverso indeseable y penoso: agresores sexuales que se benefician de los agujeros de la normativa y ven reducidas sus condenas. Incluso algunos han salido de prisión. Tristísimo. Pilar Rahola ya analizó esta paradoja negligente en su canal de Youtube, 'Palabra de Rahola'. El chup-chup todavía no ha acabado, y la escritora insiste, ahora a partir de un hallazgo que le ha indignado porque hace exactamente lo mismo que la mencionada ley: va en contra de la lucha feminista, de la igualdad y del sentido común: el cartel de una campaña antimachista de un ayuntamiento catalán.

Rahola hace un preámbulo que vale la pena escuchar: "Dice el dicho popular que de buenas intenciones el infierno está lleno. La ley del "sí es sí" de la ministra Irene Montero nació sin ningún tipo de duda con muy buena intención, que los abusos sexuales se equipararan a los delitos de agresión sexual y que todo fuera agresión, y por lo tanto que no hubiera ambivalencias ni extrañas sentencias interpretando vete a saber qué, como pasó en el caso de la Manada. Pero lo ha hecho tan mal, lo tramitó tan mal, quería ponerse tan deprisa la medalla de la feminista plus ultra number one, que dejó la ley con unos agujeros oscuros. Dirán: no son muchos. Son los que son. Detrás de cada agresor hay víctimas que ven cómo salen a la calle. Es inaceptable desde cualquier punto de vista. Podía haber muy buenas intenciones, pero ha acabado en el infierno de las víctimas".

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Irene Montero / EFE

Si pensamos que esta situación es una rareza en el ámbito de la defensa de los derechos de las mujeres, nos equivocamos. Pilar incide en el tema: "Muy a menudo la lucha contra la violencia de género acaba revirtiendo en un tipo de estilo de formatos y de relatos que son muy agresivos respecto del otro gran colectivo de la humanidad que son los hombres. Creo sinceramente que no es la manera. Soy feminista desde que tengo uso de razón, he luchado a favor de los derechos de las mujeres tanto en Occidente como por todo el mundo. Pero en cambio siempre he creído que la manera de luchar contra la violencia, el patriarcado, el machismo y la misoginia, no pasaba por la criminalización de los hombres como colectivo global. Solo de las prácticas malvadas que ejercían una violencia de género". Aquí llega el famoso cartel del que hablábamos: el publicado por "el Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès con el apoyo de la Diputación de Barcelona y de la Generalitat de Catalunya" con motivo del Día Internacional contra la Violencia Machista el pasado 25-N. Este en concreto.

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Pilar Rahola con el cartel antimachista que culpabiliza a los hombres / Youtube

Rahola lo explica con detalle: "Se ve a un hombre y dice "mírate bien", aquí tiene un ramo y aquí tiene un cuchillo. Mírate bien. Es una de las campañas más feas, agresivas e iracundas que se podían imaginar en defensa de las mujeres. ¿Hace falta que para defender a las mujeres criminalicemos a todos los hombres? ¿Hace falta que detrás de un hombre que lleva un ramo de flores tengamos que ver un puñal, un cuchillo? El amigo que me lo ha enseñado me dice "esto me ofende". Y estoy hablando de un amigo que ha luchado siempre en contra de la violencia de género. Campañas de esta naturaleza también son de buenas intenciones pero acaban en el infierno de una demonización colectiva". Este discurso es miel para los ultras: "Hay que hacerlo con mucha inteligencia. Así solo se alimenta el discurso de VOX que dicen "¡ves, ves, es que van en contra de los hombres!". Esta tiene que ser una lucha a favor de la democracia, de la igualdad, de una sociedad más feliz. Con el cambio de paradigma del papel de la mujer se cambia también el del hombre. Vamos juntos en esta lucha. Pero campañas como estas hacen que miremos con desconfianza, con malevolencia, convertimos a los hombres en sospechosos".

 

Pilar sentencia la iniciativa: "Me niego como feminista a convertir a un hombre en sospechoso. Me niego a que porque se quiera cambiar una ley, se corra deprisa por intereses de partido y acabe habiendo agresores en la calle. Por lo tanto señora Irene Montero, Ayuntamiento de Vilafranca, Generalitat de Catalunya que diste también el visto bueno, Diputación: hagan el favor de mirárselo un poco. No vamos por buen camino si los señalamos a todos, si los convertimos en sospechosos habituales solo porque tienen pene, de la misma manera que nosotros tampoco tenemos que ser criminalizadas porque tenemos pechos. Ya es suficiente. Así, no. Esto no se feminismo que defienda, esto es feminismo que ataca. Va en contra de las mujeres".