Parece que los Borbón habían llegado a un acuerdo y habían estrechado lazos tras más de una década distanciados. Pero la realidad es muy distinta. El 60 cumpleaños de la infanta Elena, al que acudieron Felipe VI y Letizia, el de Leonor o la reina Sofía, pero ahora ni tan siquiera se ha celebrado el de la infanta Sofía y las puertas de Zarzuela vuelven a estar cerradas para ellos. Es cierto que no pueden restringir el acceso porque en el palacio de la Zarzuela vive la reina Sofía con Irene de Grecia, las infantas Elena y Cristina tienen el mismo derecho que su hermano a ver a su madre, por ello pueden venir siempre que quieran. De hecho, Elena aparece muchas tardes porque además tiene a sus caballos en el establo. Sin embargo, se ha terminado la idea de pernoctar varias noches.

Felipe VI dejó muy claro a Miguel e Irene Urdangarin que Zarzuela no era un hotel. Los hijos de la infanta Cristina hicieron un receso en sus respectivas vidas y se instalaron en palacio con la reina Sofía. Irene no superó las pruebas de acceso a la universidad de Lausana y se quedó sin plaza, mientras que Miguel sufrió una lesión mientras se formaba para ser entrenador de esquí. Ambos se quedaron de forma indefinida en la casa de los reyes, pero su comportamiento no fue bueno. Salían habitualmente por el centro de la ciudad hasta altas horas de la madrugada y traían a sus parejas a casa. Miguel e Irene se enamoraron de Olympia y Juan Urquijo, respectivamente.
Felipe VI no quiere a ninguna pareja de los Urdangarin en Zarzuela
Las dos parejas de los Urdangarin residen por ahora en Madrid, por este motivo Miguel e Irene reaparecen en la capital en muchas ocasiones, aunque se tienen que buscar un hotel porque Felipe VI se ha cansado de sus apariciones. Ni quiere a los hijos de la infanta Cristina ni mucho menos a sus parejas.
Zarzuela debe ser un lugar seguro. Nadie ajeno a la familia puede entrar. Hay un exhaustivo control antes de entrar, especialmente para personas que no pertenecen a la familia. Deben depositar sus teléfonos móviles o cámaras, se revisa que no lleven micrófonos, no permiten que nada se sepa y deben firmar una cláusula de confidencialidad.
Felipe VI está muy contento de la visita de su familia, es Letizia quien no los quiere en casa, pero entiende perfectamente que debe cumplir un protocolo y hay unas normas. Según el monarca, Miguel e Irene pueden venir siempre que quieran, están en su derecho, pero no pueden entrar con nadie ajeno a la familia, y aunque sean sus parejas, no son de su familia. Por ello les pide encarecidamente que no las traigan.
