Cuando uno va a tomar alguna cosa a algún local, bar, restaurante o café, no sabe qué encontrará. A menudo, platos impecables, buen trato y una relación educada de cliente-trabajador. A veces, sin embargo, nos encontramos con alguna cosa más, inesperada, en nuestro plato o nuestra taza. Insuperable cuando el exjugador del Barça, Cesc Fàbregas, con un nombre impronunciable si no eres catalán, fue a un restaurante, con diferentes invitados ilustres, y se encontró esto como señal identificativo de cuál era su lugar en la mesa:

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Ahora ha sido la periodista catalana Mariola Dinarès quien no se puede creer qué le han puesto cuando ha pedido un café en el aeropuerto de Tallin, la capital de Estonia. Justo antes de coger un vuelo de regreso hacia Catalunya, la locutora ha ido a una de las cafeterías y todavía se pellizca. Dinarès dirige y presenta el programa de Catalunya Ràdio Popap desde el 2016, un programa en los mediodías sobre redes sociales, y, por cierto, hace unos días recibió una mala noticia después de las acusaciones y whatsapps revelados por un extrabajador suyo, ajustando cuentas en público de la relación laboral que tenían y del mal recuerdo que le dejó la experiencia. Pero hoy la cosa no va de mensajes sino de imágenes que le han alegrado el día. La que se ha encontrado dentro de la taza de café.

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Mariola Dinarès y su equipo en Catalunya Ràdio / IG
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Mariola Dinarès / IG

Seguro que muchos de ustedes, amantes de tomar un buen café, cortado o café con leche, se habrán encontrado verdaderas aberraciones cuando han hecho su pedido. Muchos camareros y personal dedicado a la hosteleria demuestran tener inquietudes artísticas, y seguro que en alguna ocasión se habrán encontrado con algún diseño hecho con la espuma: corazones, palabras o dibujos románticos. Y no hay que ser solo alguien que trabaja en un bar. El portero del Barça, Marc André Ter Stegen, le hace a menudo este dibujo a su mujer cuando le prepara un café.

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Lo que se ha encontrado, sin embargo, Mariola, no tiene nada que ver con romanticismos... O sí, vete a saber cada uno en qué parte del cuerpo tiene el romanticismo. "¡De vuelta en Catalunya! Café contento en el aeropuerto de Tallin", escribe la periodista. Y tan contento. ¿Qué le han puesto en el café a la locutora, en la capital de Estonia? ¿Qué dibujo le han puesto en la taza, hecho con la espuma? Una imagen explícita que no ofrece lugar a dudas. O sí. Porque aunque la mayoría ve lo que se ve, una imagen subida de tono, quién sabe si una indirecta de un camarero atrevido, otros ven una explosión... atómica:

Eso es empezar el día con energía.