En el momento de escribir estas líneas, son las doce del mediodía. Hace mucho rato que Ana Rosa Quintana está haciendo su programa de este martes 25 de julio. Y hace un rato, también, que se ha sabido una noticia que los espectadores que estén mirando Telecinco todavía no sabrán. Y es que la presentadora de El programa de Ana Rosa sigue haciendo como siempre, callar como las ratas cuándo lo que tiene que decir no le interesa. Eso sí, menospreciar a Puigdemont y los independentistas, para eso siempre está dispuesta. Para rebajar el fracaso de la derecha y la supervivencia de Sánchez, también siempre está a punto. Para rodearse de palmeros que no osan decir lo que tendrían que decir, también. Esta mañana del martes, después del ridículo que hizo ayer, después de la torta electoral que recibió, ella que vaticinaba una victoria aplastante del PP, ha seguido hablando de política, del frustrado retorno del rey Juan Carlos a España o de cómo le va a Alberto Núñez-Feijóo en Santiago de Compostela en el día de Galicia, diciendo cosas como "Hemos pasado del bipartidismo al tribloquismo: la derecha, la izquierda y los independentistas" o que "El PSOE va de partido ganador".

'El programa de Ana Rosa' / Telecinco
'El programa de Ana Rosa' / Telecinco

Fíjense en la parte superior de la derecha de la imagen. Es un recordatorio de que esta noche hacen un nuevo programa de Me resbala en Telecinco. Pero a quien le resbala la información y hacer lo que tiene que hacer, como buena periodista, es a Ana Rosa, que se pasa el código deontológico por donde le apetece y que no ha dicho ni mu de una noticia importante que ha tenido lugar esta mañana: que su marido Juan Muñoz ha sido condenado a tres meses de prisión por su implicación en el caso Villarejo. El empresario reconoció su culpabilidad delante de la Fiscalía por contratar al comisario para espiar ilegalmente a un exsocio. En el caso de Juan Muñoz, la Fiscalía pedía inicialmente ocho años de prisión para él, pero finalmente rebajó esta solicitud después de un acuerdo de conformidad en que él y su hermano reconocían su participación en los hechos. Y ella, a las puertas de empezar sus vacaciones, calladita:

Queda programa todavía... ¿Confían en que Ana Rosa diga alguna cosa de su maridito?... No nos apostamos ni un guisante. Calladita, a estas horas solo piensa en coger mañana su yate.