Juan José Bautista Martín es un hombre alto. 1,93 centímetros de uno de los presentadores que hace más tiempo que están delante de las cámaras, luciendo un sempiterno mostacho. Su altura lo hizo merecedor del nombre artístico con que se lo conoce, Juan y Medio. El andaluz ha presentado decenas de programas en las principales cadenas estatales, desde Antena 3 hasta Telecinco, pasando por TVE. Pero los últimos años lo pueden ver sólo sus vecinos de Canal Sur en el programa La tarde aquí y ahora, donde no ha estado exento de polémica por cierto aire de cuñadismo que desprenden algunas de sus bromas o comentarios.

juan y medio

Canal Sur

Pero ahora el diario El Español aporta una característica suya que no es del todo sabida por el gran público. Una enfermedad extrañísima que sufre Y Medio desde hace tiempo y que sólo tiene un 1% de la población mundial. Una enfermedad rara que, por ejemplo, hace que tenga casi prohibido tomar el sol y que tenga que vigilar mucho con su exposición. Porque el presentador sufre vitíligo, una afección crónica que le provoca lesiones a causa de la pérdida de melanocitos, las células encargadas de la pigmentación de la piel. ¿Por qué se caracteriza? Por unas manchas blancas en la piel. Michael Jackson lo sufrió, y lo que empezó en una mano acabó abarcando el 95% de su cuerpo. También la modelo Winnie Harlow la tiene, incluso, sufriendo burlas y acoso en época escolar.

winnie harlow

@winnieharlow

"Me dirijo a todos vosotros con la esperanza de que mis palabras os animen a enfrentaros al vitíligo. Como un trastorno menor, porque es lo que realmente es… Nadie me ha rechazado jamás por mis manchas… Creo firmemente que alguna diferencia en el tono de mi piel en zonas muy concretas de mi cuerpo no me hacen ni mejor ni peor a los ojos de los demás. Mis parejas no me dejaron por ello. No me echaron de ningún trabajo. No me han impedido entrar o salir en ningún recinto". Son palabras del mismo Juan Y Medio dirigidas a la asociación de personas que sufren esta enfermedad. Con toda una declaración de intenciones final: "Sí, tengo vitíligo, ¿y qué?".