Jordi Cruz, el carismático juez de MasterChef y considerado uno de los chefs más brillantes de España, no solo deslumbra con su talento entre fogones, sino también con el espectacular hogar en el que reside junto a su esposa, Rebecca Lima, y sus hijos Noah y Nico. El reconocido chef, que recibió su primera estrella Michelin con tan solo 26 años, se ha instalado en una residencia que parece diseñada para rendir culto al minimalismo y a la buena vida, sin olvidar, por supuesto, su gran pasión: la cocina.

A sus 47 años, Cruz no solo atraviesa un momento profesional de oro, sino también personal, ya que el matrimonio le ha dado la bienvenida a su segundo hijo. En medio de esta etapa de celebraciones, la vivienda del chef en Barcelona se ha convertido en uno de los espacios más comentados de la prensa rosa por sus dos cocinas de lujo, vistas panorámicas a la ciudad condal y un estilo sobrio, pero cargado de sofisticación.

Diseño minimalista y espacios pensados para la alta cocina

La casa de Jordi Cruz es un chalet de dos plantas con un marcado sello moderno y decoración minimalista. El salón, amplio y luminoso, se presenta con sofás en tonos neutros, cojines tierra y una mesa de cristal que refuerza la sensación de elegancia. Pero lo que realmente eleva el diseño de este proyecto es la audaz incorporación de una doble cocina. La primera, pensada para la vida cotidiana, es un espacio íntimo y funcional de estética minimalista. Su distribución de doble frente, conocida como cocina de galería o en pasillo, optimiza el flujo de trabajo con líneas paralelas de mobiliario: una dedicada al fregadero y la otra a la cocción. El diseño lineal se define por un selecto mobiliario oscuro que crea un contraste sofisticado con el brillo industrial y la durabilidad de las encimeras de acero inoxidable, logrando un equilibrio perfecto entre estilo contemporáneo y pura practicidad.

La segunda cocina, en cambio, trasciende lo utilitario para convertirse en un laboratorio culinario. Este espacio de generosas proporciones fue meticulosamente planeado como un estudio multifuncional. El centro de atención es una imponente isla central que funciona como una vasta superficie de trabajo y, a la vez, un escenario ideal para la creatividad. Con los puntos de cocción integrados de forma estratégica, esta área no solo está optimizada para la experimentación, sino que también sirve como el set perfecto para grabaciones y producciones audiovisuales de alta gama.

Dormitorios con personalidad y una terraza con vistas de ensueño

El dormitorio principal, aunque pocas veces mostrado en redes sociales, transmite serenidad. Un cabecero de madera y elementos decorativos en blanco y negro lo convierten en un espacio sobrio pero cargado de personalidad. En contraste, el dormitorio infantil, diseñado con el ojo arquitectónico de Lima, es un ejemplo de estilo nórdico con detalles orgánicos. Tonos beige, madera clara y mobiliario curvo generan un ambiente cálido que parece sacado de una revista de decoración escandinava.

El broche de oro lo pone la terraza con vistas espectaculares a Barcelona, un lugar donde la familia disfruta de veladas al aire libre. Con una mesa rectangular vestida con mantel blanco, sillas transparentes de diseño y una guirnalda de luces que aporta calidez, este rincón se convierte en un refugio perfecto para las noches de verano. Plantas cuidadosamente dispuestas terminan de aportar el toque natural que equilibra la modernidad del espacio.