Juan Carlos I no hace nada por casualidad. El emérito demandó a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro para conseguir un propósito. Sabe que el político es un gran altavoz mediático, pero no contaba con el cariño de los españoles. El padre de la infanta Elena está muy cansado de vivir en el exilio. Ha cumplido ya cinco años en Abu Dabi y cree que su condena está pagada. Tiene casi 88 años y cada vez es más mayor. Sus problemas de salud se multiplican, y no merece vivir tan lejos de su familia y amigos, su gran miedo es morir completamente solo y que su cuerpo sea repatriado, algo que sería una deshonra también para su hijo. Con este último movimiento ha querido dejar claro que aún tiene mucho poder y puede destrozar a los reyes cuando quiera, aunque no es su intención porque nunca haría daño al monarca ni a sus nietas.

Casa Real nunca fue conocedora de la demanda a Miguel Ángel Revilla, ni tan siquiera de las memorias que habría concedido a una escritora francesa. Juan Carlos I y Felipe VI se pusieron a negociar inmediatamente y llegaron a un acuerdo. El emérito ha abandonado Abu Dabi para siempre, aunque no se ha hecho público de forma oficial. Su intención era residir en España aunque de momento ese deseo no se ha cumplido. El marido de la reina Sofía vive desde el pasado mes de julio en Portugal. Ha alquilado una mansión en la zona de Cascais, en Lisboa, muy cerca donde ahora reside la infanta Sofía.
Juan Carlos I podría vivir en España si cancela para siempre las memorias
Por ahora, Juan Carlos I ya está más cerca de España, a tan solo una hora en avión de Madrid y a una hora en coche de la frontera, breves desplazamientos que aún puede hacer a su edad y con sus problemas de movilidad. Los médicos ya le habrían recomendado que no era muy bueno realizar desplazamientos de tantas horas.
Se habla que incluso Juan Carlos I podría acabar residiendo en España si se lo propusiese. Felipe VI tiene claro que su padre debe morir en Madrid. No pisará nunca el palacio de la Zarzuela, pero morir lejos supondría una deshonra y grandes críticas como hijo. Ha conseguido limpiar la imagen de la corona y no puede ensuciarla por esto. El rey le ha pedido a su padre que olvide las memorias. Si ese libro no sale a la luz, que de momento se ha detenido tanto en enero como en junio, podrá volver a vivir en su país, incluso en Madrid, los últimos años de vida. Por ahora es algo que no sucederá si continúa en su empeño. Él quiere destacar si figura como monarca en el pasado, pero también puede perjudicar a su hijo y a su nuera.
