La reina de la comedia romántica, Jennifer Aniston, de 54 años, ha sorprendido una vez más con sus elecciones de estilo de vida. Aunque parezca increíble, la actriz no sacrifica su placer por los pequeños detalles, ni siquiera durante sus viajes internacionales. Según reveló el ‘Wall Street Journal’, no viaja sin un elemento peculiar en su maleta: ¡aceitunas rellenas de pimiento! Este extraño hábito se originó tras una anécdota incómoda en la que una aceituna Kalamata arruinó su cóctel favorito, el dirty martini. Desde entonces, Aniston no corre riesgos y asegura tener su aderezo predilecto siempre a mano, incluso en el extranjero. Pero este no es el único misterio que rodea a Aniston; desde sus separaciones sentimentales hasta sus extravagantes tratamientos de belleza, la vida de la estrella sigue siendo un enigma.

La vida amorosa de Aniston ha sido objeto de atención constante. Desde su sonada separación de Brad Pitt en 2005 hasta su ruptura con Justin Theroux en 2018, la protagonista de ‘Friends’ ha vivido altibajos emocionales tanto en el ámbito personal como en el profesional. Curiosamente, después de su divorcio de Pitt, la productora que compartían, Plan B, ganó renombre y hasta nominaciones al Oscar por películas como ‘Inflitrados’ (2006), ’12 años de esclavitud’ (2013), ‘Moonlight’ (2016) y ‘Blonde’ (2022). Aunque Aniston reconoce que la separación fue una decisión acertada en aquel momento, la sombra de los negocios compartidos aún persiste en su historia.

Amores y desengaños: los altibajos de Jennifer Aniston

En su búsqueda de fortaleza y consuelo, Aniston recurrió a su carrera como un refugio en medio de las dificultades. La ruptura con Pitt marcó un punto de quiebre en su vida, llevándola a redescubrirse y a afirmar su identidad. Su camino no fue fácil, pero la artista aprendió a luchar por sus sueños. “Hubo un momento en mi mundo, y en mi carrera, en el que me di cuenta de que defender lo que te mereces y lo que quieres no es ser agresiva, combativa, malhumorada o sensible. Es un músculo difícil de desarrollar. Y también de ser querida y respetada. Es algo difícil de conseguir", asegura.

Un compañero incondicional y un enfoque en el futuro

Tras su separación de Justin Theroux, Jennifer Aniston experimentó un giro en su carrera profesional, aunque en el ámbito sentimental no corrió con la misma suerte. “Se me dan muy bien el resto de mis trabajos, y de alguna manera esa es la única área que está un poco de aquella manera…", revela. Esta dinámica tiene raíces en su infancia. "Mis padres… al ver la relación de mi familia, aquello no me hizo pensar ‘oh, qué ganas tengo de hacer eso'. No me gustaba la idea de sacrificar quién era o mis necesidades, así que lo cierto es que no tenía ni idea de cómo hacerlo. De alguna manera, se me hizo más fácil estar sola. No se me procuró una auténtica formación en ese tipo de toma y daca". Sin embargo, en la actualidad Aniston asegura tener una relación sólida... ¡con su perro! “Mi perro. Con él es con quien me acuesto ", revela entre risas.