Isabel Pantoja ha dado un giro radical a su vida. La cantante está apartada del foco mediático, no quiere ser la protagonista de nada y se aleja de las polémicas que no van con ella. No quiere a periodistas en la puerta de su casa preguntándole por alguno de sus hijos ni tampoco por otros familiares como Junco. La artista quiere borrar su pasado. Sanear sus cuentas, saldar las deudas con Hacienda y preparar una gira por todo el mundo donde pueda despedirse para siempre de sus fieles seguidores. Tras irse de Cantora, la tonadillera ha encontrado refugio en Gran Canaria con Anabel Pantoja, su sobrina favorita, a quien considera una hija más.
Costó descubrir donde se encontraba, pero ‘El tiempo justo’ ha seguido todos sus movimientos y ha llegado hasta la capital de las Canarias. Siempre al lado de su inseparable hermano Agustín. Por ahora continuará al lado de su sobrina mientras prepara su gira internacional. Solo quiere dinero para acabar con las deudas y poder vivir tranquila y sin problemas, alejada del foco mediático, como si nunca hubiese sido Isabel Pantoja.
Isabel Pantoja se refugia en su sobrina Anabel
Según el programa de Telecinco, Isabel Pantoja se habría instalado a tan solo 12 minutos de la residencia de Anabel Pantoja. Lo ha hecho en una urbanización donde todas las propiedades son mansiones de alto nivel que superan el millón de euros. “Mañana se cumplirán 15 días de su traslado a la isla de Gran Canaria. Es casi ya una ciudadana canaria. Isabel es probable que haya grabado este vídeo en el salón de su nueva casa”, dice Luis Pliego desde el citado programa haciendo alusión al vídeo de felicitación con el que ha sorprendido a todos estas navidades.
La vivienda de Isabel Pantoja está a escasos 15 minutos de la playa. Podrá escaparse para desconectar dando un paseo. “Ella pasa Nochebuena y Nochevieja allí. Acaba de instalarse. Me dicen que se trasladó hasta la isla en avión privado y, por tanto, nadie pudo verla ni cómo se trasladaba. No se esconde, pero no le gusta compartir espacio con la gente. Se trata de una casa de grandes dimensiones con la que está muy contenta”. Eso sí, de alquiler.
