Son muchos los extranjeros que vienen a vivir a España en busca de una vida tranquila y de un lugar en el que realizarse profesionalmente. Sin embargo, también son muchos los que acaban mudándose a otro país hartos de los problemas que generan la burocracia que exige la administración, las trabas a los usuarios de bancos, los altos impuestos que debe pagar un trabajador medio mientras los más ricos se van de rositas, etc.
Una estadounidense que ha vivido seis años en Madrid ha decidido abandonar España. Y su experiencia, relatada en Reddit, se ha hecho viral en redes sociales. La mujer relata con crudeza los problemas que enfrentó durante su estancia. Su testimonio revela la otra cara de vivir en España para un extranjero: burocracia interminable, salarios bajos y obstáculos casi imposibles de superar.

La vida en España puede convertirse en una odisea
Al principio, su llegada a Madrid estuvo marcada por la ilusión y la expectativa. Llegó buscando una experiencia profesional y cultural enriquecedora. Trabajó como auxiliar de clases durante tres años y luego logró cambiar su visado a uno de trabajo. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que la realidad laboral española era muy distinta de lo que esperaba.
Uno de los principales problemas fue el costo de vida. Madrid es una ciudad cara y los salarios ofrecidos por los trabajos eran bajos. La mayoría de los contratos duraban solo nueve meses, obligando a la estadounidense a buscar múltiples empleos para cubrir sus gastos. Durante algunos meses logró ganar más de 2.000 euros, trabajando en academias, clases particulares y trabajos freelance. Pero en otros meses, no percibió ningún ingreso, lo que generó una enorme inestabilidad financiera.
La burocracia española fue otro gran desafío. Los DNI para extranjeros pueden tardar hasta cinco meses en tramitarse. Cada proceso exige múltiples visitas a la oficina de extranjeros, desplazamientos largos y pérdida de tiempo laboral. Durante este periodo, muchos trámites son imposibles de realizar: desde abrir cuentas bancarias hasta formalizar contratos, todo depende de tener un DNI vigente.
El sistema bancario complicó aún más su situación. Muchas cuentas solo se pueden cerrar en persona y, a veces, únicamente en la sucursal donde se abrió la cuenta. Intentar cancelarlas desde el extranjero es casi imposible. Además, servicios como el internet continúan retirando pagos automáticos, dejando a la extranjera atrapada con cargos que no podía detener. Esto convirtió su salida de España en un verdadero laberinto administrativo.

Irse de España, a veces, puede ser la mejor solución
La combinación de contratos parciales, salarios bajos y trámites interminables dificultó alcanzar estabilidad económica. A pesar de su esfuerzo, nunca logró asegurar un ingreso constante. Incluso con meses de trabajo intenso y jornadas completas, la ganancia apenas cubría los gastos. La frustración acumulada la llevó a una decisión clara: “¡Por fin me voy de España! Nunca vengas”, advirtió a sus seguidores.
Aunque reconoce que España tiene aspectos positivos, como la cultura, el clima y la vida social, asegura que no vale la pena vivir allí si se busca estabilidad económica y facilidad administrativa. Recomienda destinos alternativos de habla hispana, como Miami o Gibraltar, que ofrecen una vida más sencilla y menos burocrática. Su experiencia sirve como advertencia para cualquier extranjero: lo que parece un paraíso cultural puede convertirse en un infierno burocrático, con salarios insuficientes y complicaciones legales que parecen no tener fin.