Políticos contra periodistas y a la inversa. Los reproches mediáticos por la gestión del gobierno español sobre la pandemia del coronavirus se ha trasladado a los platós de televisión. La oposición a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias la hace directamente un sector mediático como el que encabeza Vicente Vallés o Cristina Pardo.

Esta, discípulo de Antonio García Ferreras, siempre pontifica y alecciona sobre periodismo y su código deontológico. Lo último fue cargar contra el vicepresidente español Pablo Iglesias por haber declarado que la crítica y los insultos en las redes sociales forman parte de una sociedad democrática. Pardo contestó inmediatamente a través de twitter: "Naturalizar el insulto hacia el que piensa diferente es un retraso en cualquier sociedad democrática".

Las hemerotecas, a menudo, no son las mejores compañeras de viaje profesional. A través de twitter se ha recordado la actitud de Pardo cuando el tertuliano y manipulador Eduardo Inda desprestigiaba al líder de Podemos a través del insulto. Es un programa del año 2018 e Inda dice: "Pablo Iglesias es un miserable y diré por qué es un miserable. Es un miserable porque lo dice la RAE... Se tiene que ser miserable". Mientras la presentadora se lo mira risueña y le reprocha con humor "Pero hombre Inda". Definitivamente, Cristina Pardo demuestra que de sus palabras a los hechos hay una enorme diferencia.

¿Qué ha dicho Iglesias?

En Madrid están bastante entretenidos. La polémica empieza a nacer en los informativos de Antena 3. Su presentador, Vicente Vallés, hace un retrato de las incongruencias de Podemos al frente del gobierno.

Vicente VallesA la vez, eso no gusta al partido político que lo lamenta y ve "manipulación". El vicepresidente Iglesias dedicó una parte de su rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de ministros de esta semana a hablar del asunto y distinguir qué considera que se puede decir y qué no. Inmediatamente, se suman compañeros de profesión para defender a Vallés. Ahora bien, la defensa de algunos ha quedado en papel mojado. Pardo es el ejemplo.