Una noticia ha sacudido las últimas horas el mundo de la televisión. Caroline Flack, famosa presentadora británica del programa Love island, lo que vendría a ser la versión british de La isla de las tentaciones, se ha suicidado a los 40 años. Este sábado han encontrado su cuerpo sin vida en su casa.
@carolineflack
Flack se hizo conocida en el mundo de la prensa rosa después de su affaire con el príncipe Enrique de Inglaterra, una breve relación de semanas después de que los dos se conocieran en un pub nocturno. Después de aquello, también se comentó un romance con el cantante de One Direction, Harry Styles. Flack dio el salto a la televisión, con el mencionado programa. En clave sentimental, las cosas no fueron a mejor. De hecho, incluso estaba pendiente de ir a juicio el próximo mes de marzo. ¿La razón? Hace un par de meses fue arrestada acusada de haber golpeado a su actual pareja, el tenista Lewis Burton con una lámpara mientras él estaba durmiendo.
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Una vez sabida la muerte, el abogado de la familia ha lamentado el linchamiento mediático al que se la sometió, un hecho muy peligroso e irresponsable por parte de los medios y las redes, asegura, tratándose de una persona muy vulnerable mentalmente: "La Fiscalia tendría que reflexionar sobre la forma en que organizaron un juicio que no solamente era infundado sino que no tenía interés público. Al final, eso causó una gran angustia para Caroline".
Mientras su pareja ha manifestado estar devastada por la noticia, en el canal ITV, donde se emitía Love island, se cuestiona más que nunca qué pasará ahora con un programa que tiene encima de su cabeza la sombra constante de la tragedia: Flack ha sido la tercera persona vinculada a este programa que se suicida, después de las muertes de dos de sus participantes.