Alaska no pierde nada. Ni un calcetín, ni una idea, ni un plan. Y no es casualidad. La cantante de Fangoria vive rodeada de listas, esquemas y recordatorios que rigen su día a día con una precisión casi militar. Lo que para muchos sería simple manía, en su caso tiene nombre propio: glazomanía. Y sí, condiciona absolutamente todo.
La escena es fácil de imaginar. Mientras otros artistas improvisan maletas o deciden sobre la marcha, Alaska necesita tenerlo todo escrito, ordenado y revisado. No es estrés, es método. Un método que le funciona aunque saque de quicio a más de uno en casa.
Listas para vivir (y sobrevivir)
Y es que en el universo de Alaska no existe el “ya veré”. Cada cosa tiene su lista. Desde lo que entra en una maleta hasta lo que se hace antes de salir de casa. Nada se deja al azar. El proceso puede ser largo, detallado y minucioso, pero para ella es la única forma de estar tranquila. La realidad es que preparar una simple escapada puede llevarle horas. No porque dude, sino porque revisa, marca, corrige y vuelve a revisar. Ordenador en mano, checklist abierta y concentración absoluta. El resultado: no se olvida nada. Nunca.
En el otro extremo está Mario Vaquerizo, que funciona justo al revés. Maleta rápida, decisiones de último minuto y cero listas. El choque está servido. Mientras ella planifica con antelación quirúrgica, él resuelve en quince minutos. Y claro, la convivencia tiene momentos dignos de sitcom.
Orden obsesivo, caos ajeno
Lejos de ocultarlo, Alaska habla de esta manía con total naturalidad. No la ve como un problema, sino como una herramienta. Gracias a esa necesidad de control ha conseguido manejar una carrera larga, intensa y llena de frentes abiertos sin perder la cabeza.
Conciertos, grabaciones, viajes, compromisos… todo pasa por una lista. Y si no está en la lista, no existe. Así de claro. A algunos les parece exagerado, pero ella duerme tranquila sabiendo que todo está bajo control. Así pues, mientras muchos artistas viven en el desorden creativo, Alaska demuestra que el rock también puede ser metódico. Listas, orden y previsión en un mundo donde reina el caos.
