Becky G tiene una carrera muy importante. Todos hemos escuchado al menos una de sus canciones a día de hoy, y es increíble lo lejos que ha llegado con tan solo 26 años, pero algo que muchos no saben sobre la estadounidense es que también es inversionista, casi se podría decir que es empresaria. 

También es actriz, una faceta suya que sí que queda mucho más expuesta en los medios. Sin embargo, su faceta de inversionista es poco conocida, pero a la vez es bastante importante en su vida. Becky ha decidido incursionar en este mundo siendo inversionista del Angel City FC, un equipo nuevo de la ciudad de Los Ángeles, que forma parte de la Liga Nacional Femenina de Fútbol.

La intérprete de “Sin Pijama” demostró que era una mujer empoderada

Lo que pasó es algo que recordará Becky por siempre, aunque solo es una de las tantas anécdotas que ha vivido en toda su vida. Becky G fue invitada al evento Amplify de parte de  Creative Artists Agency.  En medio del evento y, por supuesto, con otros invitados y personas importantes al lado, un hombre quedó justo enfrente de la cantante y, con una voz bastante prepotente, le preguntó “¿trabajas aquí?”. Aunque Becky G afirma que su sangre se calentó un poco por la forma de ser y los gestos de este hombre, mantuvo la compostura. Esta no quería quedar como una grosera, sino todo lo contrario. 

Fue entonces cuando se paró mucho más firme de lo que ya estaba y respondió: “No, en realidad también soy inversionista”. Esto dejó helado a aquel hombre que tenía enfrente. No dijo nada más, bajó la cabeza y puso una sonrisa. El resto de las mujeres que estaban en el lugar se rieron levemente, pero todos comenzaron a mirar a Becky G con mucho más respeto que antes. 

No es la primera vez que le ha pasado algo parecido

Debido a su edad, Becky ha tenido que vivir situaciones como esa todo el tiempo. En sus proyectos la mayoría de las veces creen que no tiene experiencia por la edad que tiene, pero al final siempre termina demostrando que está a la altura de las situaciones, y eso le ha hecho ganarse el respeto de aquellos quienes le rodean.