El adiós a Leo Messi es también el adiós a Antonela Roccuzzo, Thiago, Mateo y Ciro Messi. El crac argentino ha anunciado en la terrible rueda de prensa de despedida que volverán a vivir en su casa en Castelldefels pero que mientras tanto, cuando juegue en París, Miami o Rosario, tendrán que abandonar Catalunya los cinco.
Antonela e hijos, Instagram
Descarta que la familia se quede en Catalunya e ir viniendo. Los niños, a los que Messi ha definido como "catalano-argentinos" con orgullo, asumirán otra escuela y Antonela otra ciudad. Un drama para ellos, que viven atornillados al Baix Llobregat.
Antonela y los tres hijos de Messi en el adiós, GTRES
Antonela todavía no ha hecho ninguna foto en Instagram, bajo el shock pero su presencia no ha pasado desapercibida. En primera fila justo ante el futbolista, cuando Messi ha empezado a llorar su mujer ha hecho un gesto que toda pareja haría por su media naranja cuando la ve llorar a moco tendido: pasarle un pañuelo.
Messi sonándose en el pañuelo de Antonela en la nariz grande más famosa del fútbol:
Antonela y Messi, unidos por el pañuelo, EFE
El look de Antonela era elegante pero sin llamar la atención. Los niños han estado todo el rato jugando, con el móvil y atentos sin llorar. Se han portado perfecto. Ciro de blanco, color maldito, y Thiago, el mayor, con una cresta en la cabeza, es el gallo del gallinero que pondrá orden en París.
Messi ha sonreído alguna vez, mirando a los tres niños que son la repera. Orgullo de padre:
Messi y sus hijos en el adiós, Instagram
Antonela Roccuzzo y sus hijos dejarán de vivir en Catalunya, Messi dejará de pagar una fortuna a la Hacienda española, es el mayor contribuyente individual del Estado pero los niños volverán, son catalanes.
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Lionel Messi, que se ha despedido entre lágrimas como jugador de la Barcelona, ha admitido que fichar por el PSG "es una posibilidad", aunque ha negado tener nada firmado. "A estas horas no tengo nada arreglado con nadie. Varios clubs se han interesado y todavía no hay nada cerrado. Estamos hablando, obvio".
Por eso, Messi ha calificado de "boludez", el alboroto por la foto que esta semana se hizo en Ibiza con diversos jugadores del conjunto francés. Si va a París dará rabia pero tiene su derecho. Nadie se lo reprochará.