Alerta: Las derechas españolas han recuperado un macabro pasatiempo. El de resucitar al terrorismo de ETA. La publicación de las actas de las negociaciones del gobierno Zapatero con la banda terrorista ha excitado y mucho al unionismo, empeñándose en exhumar un cadáver (no el de Franco, claro está) que una gran mayoría de la sociedad se ha esforzado en olvidar. La carta de ETA vuelve a la primera línea del debate público gracias, cómo si no, de la derecha española, que según el periodista Antón Losada es la maniobra de distracción para no asumir su derrota en las urnas el 28-A: "La palabra de ETA es ahora la palabra de Dios"

El gallego, con un enorme cañón como escenario, sólo ha necesitado de 30 segundos para argumentar con contundencia sobre las técnicas de reanimación que se están utilizando con las cenizas de la banda armada. Y es que todo se reduce a la retórica habitual de los campeones del españolismo: "El independentismo es el demonio, Esquerra no es de fiar y por supuesto, se resucita a ETA". Este marco mental es el mismo que nos presenta a Albert Rivera como "el hombre liberal, de centro y reformista con el que todos deberíamos pactar", a pesar de su actitud chulesca, provocadora y nada conciliadora en Altsasu, Errenteria o Ugao. "Esto es lo que hay, a ver si lo vamos asumiendo", acaba Losada con ironía y retranca.

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EFE

Por supuesto que las palabras del periodista han indignado a los seguidores de los Losantos, Herreras y el resto de superhéroes de la unidad de España.

Las heridas del terrorismo, que tantos esfuerzos, dramas y sin sentidos han provocado durante décadas, vuelven a convertirse en la munición de los derrotados en las urnas para intentar subvertir el mandato popular. Todo vale para recuperar el poder, incluso rentabilizar el dolor. El propio, pero también el ajeno.