El día D de la investidura se ha aplazado. Pero a primera hora de la mañana Ana Rosa no sabía si Puigdemont aparecería por sorpresa en el escaño del Parlament pronunciando su discurso. Los nervios le han hecho una jugarreta a El programa de AR . Ha criticado que el independentismo hiciera mofa de una eventual llegada del candidato a la reelección por las fotografías del viaje del marido de la consellera Serret o del mismo president que insinúa que podría estar cerca del Parque de la Ciutadella en la sede del Parlamento. AR se hacía el digno: "No le veo ninguna gracia, ni la gente que se está quedando sin empleo, ni las 3.000 empresas que se han ido de Cataluña". Pero ella daba paso al vídeo de Puigdemont con la sintonía de La Pantera Rosa, que acostumbra a ser la banda sonora de un ladrón entrando sigilosamente a robar el famoso diamante rosa. ¿En qué quedamos, puede hacerse ironía o no?

Se enredan tanto en el juego de fotografías que se pierden lo mejor del vídeo: Puigdemont vía Skype dirigiéndose a su grupo parlamentario desde una gran pantalla en una sala de comisiones del Parlament. La foto del candidato sin gafas, sonriente y entre las puertas que se cierran vale todo el vídeo pero ellos se fijan allí dónde señalan los independentistas, en unas fotos-trampa en instagram que no valen nada.

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AR dice que "Este pulso absurdo tiene que llegar a su fin". Una verdad como un piano. El piano que toca Ana Rosa con la sintonía de La Pantera Rosa.