La imagen más natural del verano tiene nombre propio: Alejandra Rubio. Mientras su madre, Terelu Campos, y su tía, Carmen Borrego, se batían en duelo de exclusivas en las páginas de las revistas, con posados en bañador cargados de retoques digitales y polémicas familiares, la benjamina del clan Campos ha decidido jugar en otra liga. Lejos de firmar contratos con algún medio del corazón o de reservarse para platós con exclusividad, Alejandra ha apostado por la espontaneidad y ha colgado, sin tapujos ni Photoshop, su propio posado estival en redes sociales.

Pero no ha estado sola. En la imagen, que ya recorre todas las redacciones y cuentas de fans en redes sociales como Instagram y X, aparece acompañada por su pareja, Carlo Costanzia, y un inesperado protagonista: el biberón de su hijo de ocho meses, en mano. La escena se produce en el emblemático ascensor que ya se ha convertido en su set de fotos improvisado. Con el cuerpo aún húmedo tras un chapuzón, Alejandra posa en bikini frente al espejo, mientras Carlo, detrás, le besa tiernamente la cabeza, luciendo su torso tatuado.

Alejandra Rubio planta cara a Carmen y Terelu con un posado sin filtros

Ahora bien, el contraste con las imágenes publicadas por su madre y su tía no ha tardado en ser objeto de análisis. Mientras Carmen Borrego apostaba por posar con una perrita en una portada de revista, lanzando veladas críticas hacia su sobrina, Terelu Campos optó por protagonizar un reportaje donde los retoques digitales se convirtieron en los auténticos protagonistas. Aunque aseguró que solo pidió que le igualaran el tono de piel, las redes no tardaron en señalar que "le habían quitado 20 años de encima". Las críticas fueron feroces, y las defensas, escasas.

En ese contexto, la decisión de Alejandra de mostrarse al natural ha sido celebrada incluso en el plató de ‘Vamos a ver’, donde colabora semanalmente. “A ver, yo no me voy a retocar a esta edad. Todos hemos retocado alguna foto, siempre, pero esta no está retocada”, comentó la joven con franqueza, recibiendo elogios de sus compañeros, hartos del artificio que rodea a muchas celebrities. Marta López, sin ir más lejos, prefirió la escena de Alejandra y Carlo a la de Carmen y su mascota.

Terelu y Carmen, enfrentadas por exprimir la imagen de Alejandra

Por otro lado, la tensión familiar se ha disparado. El posado de Carmen Borrego en ‘Lecturas’ no solo contenía dardos directos hacia su sobrina, sino que provocó una furiosa reacción de Terelu, quien la acusó de lucrarse a costa de su hija. El 80% de la entrevista iba sobre Alejandra, reprochó en público. Una acusación que avivó aún más la guerra fría entre las hermanas y que se tradujo en nuevos ataques velados desde los platós.

Alejandra, por su parte, ha preferido mantenerse al margen del conflicto, aunque su imagen haya sido utilizada como munición por ambas partes. En lugar de responder con palabras, ha optado por enviar un mensaje visual contundente: sí, también puede lucir cuerpo en verano, pero lo hará sin recurrir al bisturí digital ni a jugosos contratos de exclusividad. Así que, mientras Terelu Campos y Carmen Borrego venden sus imágenes al mejor postor, Alejandra Rubio ha logrado una cobertura mediática masiva sin gastar ni un euro, ni recibirlo. Solo con un móvil, un ascensor y un bikini.