La historia de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia parecía sacada de un guion romántico de revista del corazón: un flechazo inesperado, un embarazo anunciado a los pocos meses y la llegada del pequeño Carlo que prometía sellar para siempre su vínculo. Sin embargo, las últimas imágenes captadas en Ibiza, donde la pareja disfruta de unas vacaciones alejadas del bullicio mediático, han encendido las alarmas. Lo que debía ser una escapada idílica se ha convertido en un nuevo motivo de especulación sobre el verdadero estado de su relación.
Durante los últimos días, ambos compartieron en sus redes sociales postales envidiables: paseos en barco, atardeceres perfectos y cenas que harían suspirar a cualquier amante de la buena vida. Pero lejos de las imágenes filtradas por ellos mismos, un video captado por el paparazzi Sergio Garrido ha mostrado una cara opuesta de la pareja. Según las imágenes difundidas, mientras cenaban en un exclusivo restaurante de Ibiza, Alejandra y Carlo apenas intercambiaron palabras durante más de dos horas.
Ibiza y la polémica: el lado oculto de unas vacaciones de lujo en pareja
Garrido, colaborador del programa Fiesta, aseguró que la escena le resultó inquietante: ''No hacían nada, no se hablaban, estaban picando, estaban muy como cada uno a lo suyo”, relató. El fotógrafo insiste en que la situación no fue casualidad, ya que observó a la pareja durante dos días seguidos, con el mismo patrón de frialdad cuando no eran conscientes de la presencia de cámaras.
''Yo estoy acostumbrado a hacer parejas que me vean y sin que me vean y yo no he visto una acera tan aburrida como esa. Estaban cada uno a lo suyo, no sabían en ningún momento que estaba yo grabando, no estuve solo esos dos minutos que veis, estuve tres horas entrando y saliendo ahí y era continuamente lo mismo'', afirmó el paparazzi. No es la primera vez que los rumores de crisis golpean a la hija de Terelu Campos y al hijo de Mar Flores. Desde el inicio de su relación, su romance fue cuestionado por críticos que veían más interés mediático que amor genuino. Ahora, estas imágenes reavivan las dudas, sobre todo porque fuera del escenario público, la química entre ambos parece desvanecerse.
Crisis silenciosa o estrategia mediática: ¿qué esconden Alejandra y Carlo tras las cámaras?
La narrativa romántica se desmorona cuando la espontaneidad se ausenta. La idea de una pareja joven, moderna y enamorada se tambalea si la chispa solo aparece cuando hay un objetivo delante. Mientras tanto, sus seguidores, que han seguido cada paso de su romance con devoción, comienzan a dividirse: unos justifican la escena alegando que todos tenemos días “menos comunicativos”, otros, en cambio, ven un claro indicio de una crisis emocional oculta o, peor aún, una relación basada en el interés mediático y la búsqueda constante de notoriedad.
Por ahora, ni Alejandra ni Carlo han respondido públicamente a las imágenes filtradas. Su silencio, en este caso, resulta tan elocuente como su mutismo en la mesa de aquel restaurante. ¿Estamos ante el principio del fin o simplemente ante una pareja que no necesita hablar para estar conectada? Lo que es seguro es que el cuento de hadas que comenzaron a escribir hace poco más de un año se enfrenta hoy a su capítulo más incómodo. Y mientras el pequeño Carlo crece ajeno a los focos, sus padres deberán decidir si quieren seguir interpretando un romance que, visto sin filtros, parece más un contrato que una historia de amor real.