El defensa catalán del Betis, Marc Bartra, no pasa por su mejor momento deportivo. Una lesión ha apartado al ex del Barça de los terrenos de juego, y a pesar de haber superado el problema que afectaba a su talón de Aquiles, no consigue volver a la titularidad. El de Sant Jaume dels Domenys se esfuerza al máximo preparando su físico y demostrando su valía a los entrenamientos del equipo andaluz, pero parece haber perdido influencia. Ahora bien, Bartra no está ni mucho menos solo en este difícil trago: su mujer Melissa Jiménez y sus hijos Gala, Abril y Max le apoyan, y él los adora. Sólo hay que echar una ojeada a la fotografía con la que ha celebrado el Día de la Madre, orgulloso y enamorado de su pareja y sus pequeños. También el resto de la familia del catalán, que son una piña ante las adversidades. Con esta afición, las dificultades son mucho más soportables.
Bartra calienta banquillo más de lo que le gustaría al futbolista y a su entorno. Y una de sus fans irreductibles es su abuela, Paquita Caluí. La mujer se hizo conocida a raíz del atentado que sufrió su nieto cuando jugaba en el Borussia de Dortmund: justo antes de un decisivo partido de cuartos de final de la Champions, el autobús donde viajaba con el equipo hacia en el estadio Westfalenstadion, en la misma ciudad alemana, resultó afectado por la explosión de un artefacto. Paquita atendió a los medios de comunicación, expresando su desazón aunque afortunadamente no tuvo consecuencias funestas para Bartra. Siempre atenta a su día a día, ha enviado un mensaje genial al futbolista que arrasa en la red después de que fuera compartido por el destinatario. El texto es delicioso y enternecedor: "¿No estás bien Marc? Veo que no juegas y estás en el banquillo, me tienes preocupada". El exazulgrana sentencia: "las abuelas su las mejores".
A menudo se dice eso de "fulanito no tiene abuela". No es el caso de Bartra: es muy humilde y con una yaya que da gusto.