La docuserie recién estrenada en Netflix de Harry y Meghan Markle prometía emociones contundentes y polémicas, hasta la fecha ha cumplido con las expectativas.  Lo cierto es que su nueva colaboración con la plataforma de streaming ha tocado algunos de los temas más sensibles que involucran a la pareja. Tales como la imagen de la duquesa de heroína a villana, las acusaciones de racismo y determinados hechos familiares. Más allá de lo que está sucediendo con la producción, se sabe que la ex actriz actualmente tiene un problema de celos con las ‘amigas’ de su esposo. ¿Un signo de que su relación está mal?

El matrimonio de Harry y Meghan Markle ha sido cuestionado desde que se anunció su compromiso y se casaron en 2018. A pesar de que hoy en día son independientes de la corona inglesa y han atravesado distintas situaciones juntos, no parece que todo sea color de rosas. De acuerdo con 'Radar', han tenido dificultades por las inseguridades de la protagonista de Suits. Más concretamente, tiene un problema de celos porque su marido sigue en contacto con sus exparejas. Pese a que su relación se considera una de las más estables y fuertes de la farándula, se informa que hay cierta tensión por el pasado del príncipe. 

Las exparejas de Harry que molestan a Meghan Markle

Desde breves romances a relaciones largas, 'Vanitatis' señala que el hijo de Lady Di tuvo nueve noviazgos. Sin embargo, de las relaciones que más duraron y parecieron afectar al príncipe, destacan dos: con Chelsy Davy y Cressida Bonas. Primero salió con Davy, una abogada zimbabuense que conoció en África. Esta resulta ser su relación más larga antes de casarse con Meghan, estuvieron entre 2004 y 2011 juntos. Aunque tuvieron altibajos en ese tiempo, asistieron a numerosos eventos organizados por la familia real. Su romance lo terminó ella, no estaba convencida de querer unirse a la realeza. 

Entre 2012 y 2014 su novia fue Cressida Bonas, considerada otra de las parejas serias del duque. Conforme al libro de Tina Brown, 'The Palace Papers', Bonas realmente llegó a impresionar a los Windsor. “Había un acuerdo general en que tenía todas las papeletas para ser la pareja perfecta de Harry, que estaba locamente enamorado de ella”, se lee en un capítulo del mismo. No obstante, no estaba destinado a durar, pues la presión de la prensa acabó con cualquier esperanza. Ambas asistieron a la boda real en el Castillo de Windsor en 2018. Por lo que han mantenido el contacto durante años, y es lo que no le hace mucha gracia a la estadounidense. Aun así, es claro que se trata únicamente de una amistad. De hecho, Davy le dijo a 'The Sunday Times' hace años: “Creo que siempre seremos buenos amigos”. Por otra parte, la fuente que conversó con Radar comentó que el aristócrata le aseguró a su esposa que no ha mirado a otra mujer además de ella. Entonces, no hay separación a la vista y siguen viviendo felices junto a sus hijos. 

El problema de celos es algo que Harry y Meghan Markle podrán superar sin mayores inconvenientes. De cualquier forma, el tiempo lo dirá.