La Familia Real británica siempre muestra una imagen imperturbable e impávida ante cualquier situación. Ante los escándalos y las tragedias, los Windsor deben mantener una postura muy estricta, apostando siempre por el silencio y el hermetismo para proteger la imagen de la monarquía ante el mundo. Sin embargo, con el estreno del documental del príncipe Harry y Meghan Markle en Netflix, se ha dado a conocer una de las cosas a las que más le teme Carlos III: los medios de comunicación.

Puede resultar un poco irónico que uno de los hombres más poderosos de Europa y el resto del mundo le tenga miedo a un grupo de reporteros, pero en efecto así es. El nuevo monarca conoce a la perfección la gran influencia que tienen los tabloides británicos en el Reino Unido, así que una simple publicación podría derrumbar todo aquello por lo que han trabajado durante décadas. No obstante, Harry no piensa lo mismo, de modo que decidió declararle la guerra a los medios a pesar del consejo que le dio su padre de no hacerlo.

En el documental ‘Harry & Meghan’, los duques de Sussex ahondaron un poco más sobre los pensamientos suicidas de Meghan, quien no podía soportar más el acoso y la presión mediática y la escasa ayuda que recibió por parte del Palacio. “Pensaba que todo se acabaría si no siguiera aquí. Y eso era lo que más miedo me daba, que lo veía muy claro”, indicó Meghan entre lágrimas. En ese momento, Meghan quiso buscar ayuda profesional, “pero no me dejaron. Les preocupaba cómo quedaría la Institución”, reveló la ex actriz. Ante esto, el príncipe Harry comentó lo que se decía dentro del Palacio y la recomendación temerosa que le dio su padre: “Pensaban: '¿Por qué no lo aguanta? Todos los demás lo han aguantado, ¿por qué ella no?'.  Nadie habló con los editores para decir basta. Mi padre decía: 'No puedes enfrentarte a los medios'. Yo no estaba de acuerdo", indicó Harry.

El príncipe Harry fue “entrenado” para callar ante los medios

En algún momento del episodio, la madre de Meghan relató cómo se había sentido al conocer que su hija estaba considerando quitarse la vida a causa de los constantes ataques que recibía en los medios. “Recuerdo que me contó que quería quitarse la vida y eso me partió el corazón, porque sabía que era grave. Ser constantemente picoteada por esos buitres que llegan hasta el espíritu y oírla decir que no quiere estar aquí, eso no es fácil de escuchar para una madre. Y no podía protegerla, ni Harry tampoco".

Asimismo, el príncipe Harry recordó que sintió mucha culpa al no poder proteger a su esposa en ese momento. “Ella estaba destrozada, los dos sufríamos, pero no pensé que llegaría a ese nivel. Y cuando llegó, me sentí enfadado y avergonzado, no lo llevé demasiado bien. Lo llevé como el Enrique institucional y no como el Enrique marido y lo que se impuso fue mi papel real. Me habían entrenado para preguntarme qué pensaría la gente”, señaló.