Kate Middleton se ha convertido en la nueva princesa de Gales tras el ascenso al trono de Carlos III, un título con una gran carga simbólica debido a la historia de su predecesora, Lady Di. Ahora, con estas nuevas responsabilidades, Catalina de Gales deberá cumplir con una nueva lista de prohibiciones y restricciones, que ciertamente no serán mucho de su agrado, para poder mantener el orden y el protocolo dentro de la Casa Real Británica. Sin embargo, a pesar de que la princesa Diana desafió a la monarquía al no cumplir con algunas de estas reglas, lo cierto es que Kate lo tiene un poco más difícil, dado que ella se ha convertido en la representación de la esposa ejemplar para el futuro rey de Inglaterra.

Algunas de estas prohibiciones pueden resultar bastante curiosas para la mayoría de las personas, dado que realmente no representan ningún peligro real la puesta en práctica de algunas de estas actividades, entre las que podemos destacar el uso de los juegos de mesa. Sí, por más extraño que parezca, la Casa de los Windsor ha prohibido el uso de los juegos de mesa dentro del Palacio, específicamente el ‘Monopoly’, dado que el príncipe Andrés lo consideró como “un juego conflictivo”.

A la nueva princesa de Gales también se le ha prohibido firmar autógrafos, una regla que también aplica para el príncipe Guillermo, dado que la Casa Real está en la obligación de evitar que se pueda falsificar la firma de algún miembro de la Familia, por lo que no pueden firmar nada que no sea de carácter oficial. También se le ha prohibido dar muestras de afecto en público, por lo que no se le verá abrazando y besando a su marido ni a sus hijos, caso contrario al de Meghan Markle y el príncipe Harry, ellos sí pueden hacerlo (aunque estaría mal visto en algunas ocasiones), dado que los duques de Sussex ya no son representantes oficiales de la monarquía británica. Además, tampoco podrá tomarse selfies con sus seguidores, ya que eso podría “robarle el protagonismo” al rey.

Las nuevas restricciones de Kate Middleton podrían modificar su apariencia

A pesar de que la esposa del príncipe Guillermo se adaptó muy bien a los códigos de vestimenta exigidos por la realeza, lo cierto es que ahora son mucho más estrictas. No podrá utilizar faldas, vestidos ni pantalones cortos, ni siquiera en verano, dado que todas sus prendas deberán ir a la altura de las rodillas, o más abajo de ser posible. Tampoco podrá dejar al descubierto sus piernas, por lo que siempre deberá usar medias naturales y sin ningún tipo de brillo debajo de sus vestidos o faldas.

También se le ha prohibido usar colores muy llamativos en las uñas. Solo se le permiten esmaltes transparentes o en color nude. Y aunque esta regla se les exige a todas las mujeres de la Casa Real, Lady Di logró transgredirla en unas cuantas ocasiones al decantarse por un llamativo esmalte rojo en algunos de sus looks cuando aún estaba casada con el actual rey Carlos III.