Tener una tele grande es algo muy importante para las celebridades, y muchas apuestan por tener una pantalla de tamaño gigante. Es el caso de Kim Kardashian, quien tiene un televisor en su casa que convierte automáticamente la sala en un cine, debido a que cuenta con aproximadamente con más de 150 pulgadas, y un valor que se acerca al millón de dólares.

En uno de sus videos subidos a través de las redes sociales, se ve como la familia disfruta de sus días juntos bailando y divirtiéndose con ayuda de su TV, la cual se puede observar al fondo, con una gran pantalla que ocupa un 90% de su pared. Un televisor como este es casi imposible tener dentro de una casa normal, ya que necesita de un espacio amplio para ser colocado, como la sala de Kim.

Televisores como este brindan a los usuarios imágenes nítidas, tecnología 4D y sonido envolvente, entre otras cualidades, que le garantizan una experiencia única. Es por eso, que normalmente, este tipo de teles se suelen ver en salas de exhibiciones para promocionar productos, grandes empresas televisivas, salones de conferencias y eventos sociales, entre otros. Pero en casas, casi nunca.

Este es uno de los múltiples lujos dentro del hogar de Kim, que cuenta con varias habitaciones dedicadas al entretenimiento y a la diversión. Y, por supuesto, en su enorme mansión no podía faltar una sala de cine, para disfrutar de las películas o de las series con una calidad óptima.

Kim Kardashian con su último modelito

Kim Kardashian

Aparentemente, la que está grabando el video es la norteamericana, quien anima y disfruta viendo a los chicos imitando la música de fondo. Diversión, sonido y comodidad, tres aspectos importantes para disfrutar de un buen momento, como lo hace ella.

¿Quién no desearía tener una TV así en casa? Pero la verdad es que su precio es inaccesible para los bolsillos de la mayoría, pues el nivel adquisitivo de la más famosa del clan Kardashian-Jenner es incomparable al de la gente normal. Eso si, la de Kim no es la tele más cara del mundo, pues ese honor es para una televisión LG, cuyo precio es de 1,5 millones de euros, y que tiene la friolera de 325 pulgadas y 8k de resolución.

Aunque no tengamos la misma tele que Kardashian, aún tenemos la opción de ir al cine y disfrutar en vivo de la gran pantalla, con la libertad y tranquilidad que ella no tendría, debido a que es una figura muy reconocida.