Jesulín de Ubrique y María José Campanario están muy enamorados. El matrimonio cumple 20 años de amor y lo hace en uno de sus mejores momentos. Hace tan solo unas semanas dieron la bienvenida a su tercer hijo en común, toda una sorpresa. Ni el torero ni la odontóloga buscaban ampliar la familia, pero llegó. La pareja ha celebrado por todo lo alto la llegada del pequeño, sin embargo no se ha filtrado ni un solo detalle, algo poco común, y es que siempre han concedido exclusivas con el nacimiento de sus hijos o con cualquier celebración.

El torero y la odontóloga quieren desvincularse de la prensa del corazón. Ya no quieren ser dos personajes ligados a las páginas del papel couché. En muchos programas se ha hablado de su relación y de las peleas con Belén Esteban por la nula atención a Andrea Janeiro por parte del padre.  Sin embargo, todo ello ha quedado en un segundo lugar. Ahora desean una vida tranquila. Y para ello han dicho no a un sinfín de ofertas. Con la llegada del pequeño son muchas las revistas y programas de televisión que les concedieron una cuantiosa cantidad de dinero por las fotografías de la familia unida, pero ni han llegado ni llegarán. Se cierran las puertas de Ambiciones para siempre.

María José Campanario
María José Campanario

María José Campanario y Jesulín de Ubrique preparan una celebración muy especial 

María José Campanario y Jesulín de Ubrique han compartido con los espectadores prácticamente todos los momentos importantes de su vida, empezando por su boda. El mediático matrimonio se casó en 2002 en la capilla de San Francisco de Paula (Sevilla) y desde entonces su historia de amor ha superado todos los obstáculos familiares y mediáticos. En más de una ocasión se ha hablado de una crisis en la pareja, pero se han mostrado cada vez más unidos.

María José Campanario ATRESMEDIA
María José Campanario ATRESMEDIA

En las próximas semanas tendrá lugar una celebración muy especial. Jesulín de Ubrique y María José Campanario van a celebrar estos 20 años de feliz matrimonio en su finca de Arcos de la Frontera. No obstante, será diferente a cualquier otra celebración. No habrá cámaras, no habrá reportaje. Será una reunión familiar íntima.

El matrimonio se ha vuelto muy discreto y preserva su intimidad y la de los suyos. Desde que nació el pequeño apenas han salido de casa.